¡Pues claro que sí! La lluvia nos trae buenos augurios y abundancia. Siendo verdad que la lluvia desemboca en bendiciones y bonanza, si nos empapa de recuerdos… ¿Qué nos traerá, entonces, su carencia? “Have you ever seen the rain…?” ¿Alguna vez has visto la lluvia caer durante un día soleado? Mientras no llueva, seguiremos segregando agua de borrajas, la escorrentía ya no podrá arrastrar emociones amargas. Nunca más oiremos hablar de arcas.
Apenas llueve. De las cuatro estaciones, es en la estación de las narraciones literarias en la que más llueve, en películas, poemas y canciones. Apenas llueve. ¿Cómo disfrutaremos la calma si nunca nos incomodan las tormentas?... ¿Cómo germinarán semillas de primavera por muy fecunda que sea nuestra tierra?... Apenas llueve ¿Cómo haremos para que la lluvia nos encuentre, aunque sea a tientas?
Si queremos que llueva, si de verdad aspiramos a un aguacero de agua dulce y clara, tendremos que convocar una lluvia de ideas nuevas, tendremos que dejar lo que sea que estemos haciendo y danzar y danzar, y cantar mal, mal, mal, en voz alta y altanera, tendremos que rezar a todos los dioses y diosas del olimpo, a algún que otro santo de oficio e incluso, ¿por qué no?, a la inveterada Virgen de la Cueva.
