El problema no es la amnistía, el problema es el después.

Son las 14:31 del Viernes, 3 de Mayo del 2024.
El problema no es la amnistía, el problema es el después.
Buscar argumentos para justificar la amnistía no es cuestión de catedráticos o juristas de prestigio, es una solución que se le ocurriría a cualquier alumno de párvulos de cualquier colegio.
 
El PSOE va a argumentar algo tan sencillo como fue el hecho de que la amnistía del año 1977 permitió que se pudiera elaborar la Constitución de 1978 y una época de paz y entendimiento que aún perdura. El que Santiago Carrillo y Fraga Iribarne pudieran sentarse a conversar después de las consecuencias de una terrible guerra y una feroz dictadura fue lo que permitió, repito, la Constitución y la Democracia que hoy tenemos.
 
Si en aquella ocasión una amnistía, piensan en el PSOE, produjo el milagro del entendimiento y el perdón por qué no puede hoy una amnistía conseguir el apaciguamiento de los sectores catalanes más recalcitrantes. ¿Cómo no va a caber la amnistía en una  Constitución cuyo origen fue otra amnistía?.
 
Pero, ¿podrá la amnistía conseguir el apaciguamiento a medio y largo plazo? Nosotros creemos que no, tarde o temprano tendrá el PSOE que convocar elecciones y en esas elecciones el PSOE bajará aún más por desgaste, mientras que los partidos independentistas subirán por haber conseguido prebendas durante el hipotético futuro gobierno.
 
Sin embargo, creemos que si el PSOE convocara elecciones por haberse negado a la amnistía recuperaría muchos votos que va perdiendo por sus actuales convenios con los nacionalistas. Teniendo en cuenta que el PP, mientras exista VOX, tiene muy difícil llegar al Gobierno, el PSOE no necesitaría a los empresarios catalanes para gobernar.
 
De todas formas, expertos tiene el PSOE para tomar la mejor decisión. Nosotros estamos seguros de que tarde o temprano las reivindicaciones nacionalistas chocarán con la Constitución y al PSOE se le terminarán los milagros.
 
Autor: D. Casimiro Sánchez Calderón Exalcalde de Puertollano (1994-2003) y Presidente de Honor del Partido Ibérico Íber.