In memorian Frank Spain

Son las 10:55 del Viernes, 3 de Mayo del 2024.
In memorian Frank Spain
 
Me acabo de enterar que ha fallecido Frank Spain, profesor y alma mater de la Academia de Inglés de Puertollano, en la que fue pionero en nuestra población, y al que tuve la suerte de conocer desde sus comienzos.
 
Eran finales de los años setenta, cuando en compañía de un amigo, emprendimos un viaje de turismo, a la isla de Ibiza y a Benidorm.
 
Fue entonces cuando descubrí que el turismo de la zona estaba lleno de ingleses, y el no saber inglés suponía tener una enorme barrera, a la hora de relacionarte con las extranjeras.
 
Y  al regreso a mi pueblo, es cuando me planteo aprender algo de inglés para las sucesivas salidas y tener al menos un mínimo de vocabulario.
 
Y a finales del año mil novecientos setenta y ocho es cuando conozco la existencia de la Academia de Frank, situada muy cerca de donde está en la actualidad y que la dirigía un irlandés que según supe después por él mismo, acababa de llegar a Puertollano con tan sólo una maleta llena de libros.
 
Como es lógico me apunté al curso de iniciación y desde el principio me gustó el aprendizaje del idioma, sobre todo se me daba bien la lectura y las clases se me hacían muy amenas y tuve la suerte también de hacer amigos como son los hermanos Agustín y Dori, cuya amistad todavía perdura.
 
Desde entonces han pasado muchos años,  pero siempre que coincidía con Frank, era una parada obligada para conversar y escucharle algún chiste, del que siempre solía hacer gala de su humor irlandés.
 
Recuerdo que siempre se reía cuando le decía que físicamente no había cambiado con el paso de los años y que me tenía que decir cual era el secreto. Disfrutaba oyéndole hablar de su campo, de las cosas que tenía plantadas en su huerto, y hasta la última vez que hablé con él, me comentó que elaboraba una cerveza artesanal para su consumo propio.
 
Ese mismo día me sentí identificado con él, porque con su sentido de humor me dijo que era “viudo del campo”, ya que su mujer Mari Carmen,- a la que aprovecho para dale mi mas sentido pésame,- no le gustaba ir mucho, al igual que me ocurre a mí con mi mujer.
 
No podía imaginar que iba a ser la última vez que hablara con él, y de verdad que lo siento, y lo voy a echar de menos cada vez que cruce por el portal de su casa.
 
Gracias querido Frank por lo que me enseñaste en tu Academia, y por los buenos ratos que hemos echado de conversación, los cuales los recordaré mientras viva, al igual que tu imagen del típico irlandés alto, pelirrojo y con gafas que tan bien se distinguía entre el resto de la población local.
 
 
REST IN PEACE DEAR FRIEND
 
José Luis Guijarro Barba