La Bienvenida

Son las 08:00 del Viernes, 3 de Mayo del 2024.
La Bienvenida
Acabamos de visitar La Bienvenina. Os podéis imaginar. Las esperanzas se te desploman igual que el tejado de la iglesia. Vuelves a casa hilando soflamas para un nuevo artículo sobre el abandono de nuestro patrimonio, pero en seguida piensas: ¿para qué?... En el Valle de Alcudia, hay muchos lugares dotado de hermosura y luego está La Bienvenida, especialmente sus atardeceres. Supongo que eso compensa la dejadez, la falta de respeto y la indignación por tantos sentida ante lo que se pudo, se debió hacer y nunca se hizo. El paisaje en derredor desde sus castillejos volcánicos desagravia la evolución y la adquisición (sin adquirir, pues sigue siendo un terreno privado) de un yacimiento arqueológico comido por la maleza (entiéndase “maleza” tanto literal como metafóricamente), sin guía, sin tan siquiera un mal letrero que no se haya dejado corroer por la desidia. 
     Con nuestro Patrimonio no se juega. No se debería jugar, pero... hay tantos lugares dejados en nuestra provincia a la buena de Dios (incluidas las Casas del Mismo), que muchos deben pensar a estas alturas que ese es el correcto proceder: despreocuparse de nuestra historia, descuidar lo antiguo como si simplemente fuera “viejo”, dejar a la deriva el destino de nuestra arquitectura rural, excavaciones, caminos públicos y cañadas. A todo esto, mejor no mencionar un Parque Natural que ya nadie sabe lo que realmente es, por el que nuestras instituciones manchegas no parecen dispuestas a partirse la camisa, como Camarón. Se diría que les ocupa y preocupa en demasía el hecho de crear renovadas expectativas, promover nuevos proyectos, es decir, cambiar el escaparate para que el entorno político continuamente parezca una tienda a estreno que se desvive por sus clientes (los ciudadanos que les han de votar), por más que se siga vendiendo lo mismo de siempre: HUMO.