Cuarenta minutos de “paseo por la memoria”, conectando con el público desde el minuto uno, con un manojo de poemas que “estaban ahí agazapados por alguna razón” nos confesó Oña al finalizar el recital. El único nexo de unión de cada uno de los 17 poemas interpretados fue la música y la aparición de la imagen de los poetas autores de cada uno de ellos: León Felipe, Juan R. Jiménez, José Baena, García Lorca, Antonio Machado, Juan Drago, Abelardo Rodríguez, José Carlos Luna, Eduardo A. Heyer, Miguel Hernández, Rafael Alberti, Francisco Pérez y un poema del propio Juan José Oña.
Con un perfecto dominio del espacio, con la seguridad de quien tiene oficio y con la personalidad de una voz embaucadora, Oña moviéndose entre los huecos que dejaban las sillas de los espectadores que ocupaban el improvisado espacio teatral, supo transmitir la emoción de cada uno de los versos de los poetas elegidos.
En la charla posterior (que se puede escuchar en el archivo adjunto) nos confesaba el secreto para “conectar” tan bien con el público: “entiendo el poema como un monólogo dramático que hago mío” porque Oña considera que entre la poesía escrita y el público hay un abismo, que es necesario salvar con “puentes” como este “vehículo” espectáculo inspirador de sensaciones.
Juanjo “aprendió a abrir los ojos a la vida” en Puertollano, de dónde se marchó a los 17 años y a dónde le gusta volver frecuentemente atraído por la fuerza de la familia y los amigos, y dónde le gustaría reencontrarse con quien compartió sesiones de teatro adolescente, su amigo Conrado Luna. Si en otro tiempo y formando parte de una generación, la poesía fue el arma cargada de futuro, hoy día la palabra sigue siendo un arma política insustituible, “ojalá que la palabra política estuviera cargada de tanta fuerza y verdad como la palabra creada”. El entrañable y magnífico recital ofrecido en uno de los salones del Hotel Santa Eulalia, abarrotado en cada sesión, ha sido un gesto de “agradecimiento a Puertollano, por los afectos, la familia y por el agua agria” nos dijo el siempre admirado Juan José Oña.
La voz de Puertollano
Fotografía: Manuel Mohedano Herrero
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