El actor de teatro, cine y televisión, Jordi Rebellón estará este viernes en Puertollano compartiendo el escenario del Auditorio con el también actor Alberto Jiménez para interpretar la obra “El pintor de batallas”, basada en la novela del periodista Arturo Pérez-Reverte.
Jordi Rebellón y Alberto Jiménez protagonizan “El pintor de las batallas”, dirigida por Antonio Álamo, que se representa el viernes, 12 de mayo, a las 21 horas en el Auditorio Municipal de Puertollano.
Jordi Rebellón ha asegurado en Cope Puertollano que su personaje en la obra, el fotógrafo de guerra Faulques, “es uno de los más intensos que le ha tocado interpretar en toda su carrera artística, por la dureza de la obra en sí y por la carga de dramatismo que hay en la hora y veinte que dura el espectáculo”.
También ha invitado a “los vecinos a asistir al Auditorio y a disfrutar con la obra porque el teatro no tiene top manta. Si quieres verlo tienes que ir”.
Una obra donde se aborda un gran debate moral “que no dejará indiferente a nadie y que hará al espectador reflexionar incluso una vez terminada”.
Las localidades se pueden adquirir en taquilla de 11 a 13 y de 18 a 20 horas y en globalentradas.com, al precio de 15 euros en patio de butacas y 12 euros en anfiteatro.
Candidata a los Premios Max
“El pintor de las batallas”, basada en la novela de Arturo Pérez Reverte, es candidata a los premios Max 207 a la mejor adaptación (Antonio Álamo), mejor actor protagonista (Alberto Jiménez), mejor espectáculo de teatro y producción privada.
Descripción
Un hombre viene a matar a otro hombre y las razones no están del todo claras.
“Sospechamos que para ninguno de los dos. Ante nuestros ojos despliegan razones, sentimientos y, sobre todo, batallas: historias de sangre, sudor, mierda e infinita crueldad. Historias de hombres, a fin de cuentas”. (Antonio Álamo).
Faulques, un fotógrafo de guerra con 30 años de profesión a sus espaldas ha adquirido una torre de paredes circulares en las que pinta su última foto: la batalla de las batallas, construida sobre sus recuerdos. El edificio será testigo del encuentro definitivo entre dos desconocidos que, sin embargo, se convertirán en cruciales el uno para el otro.
No es solo una obra sobre las guerras, sino que un abanico de temas interconectados –la pintura y la fotografía, la experiencia y su recuerdo, el silenciado dolor de las víctimas y sus impasibles testigos, los verdugos, el amor y su pérdida o las complejas y matemáticas combinaciones del azar- se despliegan en un duelo a vida y muerte.
Fuente: La Voz de Puertollano