Sin embargo no se trataba de una nueva apertura, ni de la inauguración de un nuevo local, ni tan siquiera había que celebrar la buena cuenta de resultados de la tienda. Se trataba del cierre de la Librería Clip. Juan Carlos Gómez el librero más dicharachero a este lado del Ojailén -como le llama Antonio Carmona- es así de sorprendente, “maravilloso” y mágicamente contradictorio . El negocio era insostenible, pero la vida sigue y la riqueza no está en lo material sino en seguir vivo y estar rodeado de decenas de amigos. Y el viernes noche con la llegada del último mes del año había que brindar por lo vivido … y por lo que queda por vivir.
Decenas de amigos (no necesariamente clientes) se dieron cita en su interior para celebrar no se sabe muy bien qué. “Porque las despedidas se hacen con alegría” insistía Juan Carlos. “No debe haber hueco para la nostalgia. Mirada al frente y seguir adelante”.
Para esta ocasión La librería se había transformado en una sala de fiesta. El escaparate convertido en escenario donde se subieron los músicos y el resto del local –trastienda incluida- convertida en un patio de vecinos, donde entraban y salían amigos y conocidos.
El barrio Santa Ana se queda huérfano decían algunos. La librería Clip ha cerrado. “El refugio” de muchos lugareños y personajes solitarios de la zona o “el rincón de muchos secretos” como Alfredo Muela también lo definió . El ágora de Santa Ana . Un lugar donde se han hecho tertulias, se ha leído poesía, se ha escuchado música, se ha pintado, se han grabado películas, se han hecho retratos y se han contado cuentos.
Solo un individuo como Juan Carlos Gómez lo podía conseguir. Una humilde librería de barrio convertida en un espacio de encuentro, vivo y dinámico. Un foro cultural al margen (que no en contra) de los circuitos institucionales. La cuna de Poemarte. El corazón del barrio.
Un lugar donde todo era sugerente. No había escaparates más originales en todo el entorno. Sus guiños a cada momento o fecha cultural del año ya hacían presagiar el espíritu de quien estaba al otro lado del mostrado . En la Clip nada era casual. Porque Juan Carlos es así, avispado e inteligentemente creativo.
Ahora el local de la librería CLIP de la Avenida María Auxiliadora está cerrado y en venta, pero …¡atención! que el “verso libre” de Juan Carlos sigue vivo y seguirá dando mucho que hablar.