“Por fín…… ya estamos aquí..” decía el cantaor tras abrir la velada con la primera canción del recital, el poema musicado de Miguel Hernández “Para la libertad”. Quería sacarse la espina del concierto aplazado en la plaza de toros de Puertollano el pasado 5 de Septiembre por la lluvia, por ello no dejó pasar más canciones para dirigirse a su público y “agradecer la paciencia , el respeto, el cariño y la comprensión que han tenido desde el minuto cero desde que supimos que era inviable cantar aquella noche…pero aquí estamos de vuelta para compartir emociones, arte y música, en un recital en el que queremos sacarnos la espina…” dijo el cantaor.
Poveda supo agradar y compensar la frustrada noche del cinco de Septiembre, por ello en cada canción y en cada cante derrochó fuerza y pasión. “No sabéis cuánto os quiero…” decía una y otra vez, mientras algunas féminas del público le respondían “viva la madre que te parió”. A lo largo del recital, citó varias veces el nombre del pueblo de su madre “porque de aquí son mis abuelos, y mi madre… y porque tengo sangre de Puertollano, y algunos de mis tíos trabajaron duro en la mina…”
El recital de dos horas y media estuvo dividido en tres partes en las que satisfizo por igual a quienes querían escuchar al cantante de poemas y sonetos musicados por Pedro Guerra, como a quienes querían escuchar el cante puro del cantaor catalán sentado en silla de enea que se paseó por Málaga, Sevilla o Cádiz, entre alegrías, tarantas, tangos y bulerías.
Tampoco quedaron defraudados quienes esperaban las coplas de toda la vida interpretadas como pocos artistas varones la han interpretado ('María de la O', 'Ojos verdes', 'Te lo juro yo'..,. ) . Hubo momentos en que le sobraba hasta el micrófono para dominar con total naturalidad con grito desgarrador de un quejío o para susurrar la estrofa de cualquier copla, hasta romperse la voz con una taranta y emocionarse en la interpretación de algunas de las “canciones de la radio, que le ponía su madre”.
Reconoció a sus 12 músicos,(violines, piano, teclado, percusión, guitarra, trompeta, palmeros y coristas). Excepcionales músicos, que llenaron los huecos, mientras el cantaor se cambiaba de traje para de nuevo salir al escenario, con piezas de flamenco-jazz que arrancaron en sendas ocasiones la ovación del público.
El recital acabó con la Leyenda del Tiempo en homenaje a Camarón, si bien hubo tiempo para que de nuevo el cantaor volviera al escenario para lucirse en los bises con la canción “tres puñales” y el “soneto del ángel deseado” con el que recordó a su hijo de apenas un año. Miguel Poveda se despedía de su público de Puertollano con “un hasta pronto… un sincero abrazo para todos… les quiero” .
Cerca de 3000 personas acudieron a un recital que tuvo el gesto solidario del propio cantaor que cedió parte de su caché y del empresario promotor Luis Sobrino, para que una parte de lo recaudado fuera a beneficio de la organización UNICEF para atender a los niños refugiados de Siria. El encargado de recibir lo recaudado fue el presidente del comité provincial de UNICEF en Ciudad Real, el abogado José Luis López Sancho.
López Sancho, antes de comenzar el recital agradeció a Miguel Poveda y a la organización del recital y a las empresas colaboradoras, la donación de una “importante cantidad de dinero que servirá para atender necesidades de los niños refugiados que han salido del país de Siria, y a los que aún padecen las consecuencias de la guerra en el interior del país”.
Una noche flamenca en la que el público asistente gozó con la mejor voz, internacionalmente reconocida, "con sangre puertollanera" que existe actualmente en el panorama flamenco de nuestro país.
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