El Atlético Puertollano impide que la fiesta del Calvo Sotelo sea completa

Por Fernando Romero

Calvo Sotelo y Atlético Puertollano disputaron un nuevo derbi (y de momento el último) que no dejó indiferente a nadie. Todo estaba orquestado para que los azules celebraran la fiesta del ascenso ante su afición y tocaba hacerlo ante el otro equipo de la ciudad. La felicidad completa para los azules habría pasado por ganar a los atléticos y luego celebrar ambas cosas (ascenso y victoria) ante sus fieles seguidores. Pero no pudo ser porque el invitado a la fiesta optó por no participar de ella, solo al comienzo cuando hicieron el “pasillo de campeón” a una plantilla que, por méritos propios y con total justicia, alcanzaban de manera matemática el ascenso una jornada antes. Pero el fútbol tiene estas cosas y algunos se vinieron arriba con la “porra” para el partido, ya que no acabó ni 12-0, ni 6-0 ni 3-1... Es más, habrá bote para la próxima jornada, puesto que se da por hecho que nadie acertó el resultado final.

Y es que los atléticos afrontaron el choque más con dignidad y orgullo que por mera apetencia. Sabían que tenían que dar el 200% para sorprender y vencer a los azules, que aún no sabían lo que era perder como local en su corta pero impoluta e impecable historia como Calvo Sotelo. Con estas, ambos equipos disputaron una igualada primera mitad, donde los visitantes asustaron con un disparo al larguero que dio paso a un máximo respeto y a una lucha más por mantener su portería a cero que de inquietar a los porteros de ambos equipos. Mucha pelea, mucha brega, pero pocas o nulas ocasiones, llegándose al descanso con el empate a cero inicial en el marcador.

En la segunda parte, Andrés Viñas puso a Valdivia sobre el campo, algo que notó y agradeció su equipo que fue cuando mejor juego empezó a desplegar, pero Mariano Martínez también guardaba, para esta segunda mitad, a dos de sus pesos pesados, sabedor de que, físicamente, los que este sábado ejercían de locales estaban dos puntos por encima de los atléticos. El mayor empuje local en busca del gol permitió al Atlético Puertollano tener más espacios en busca de su momento, el cual llegó en el minuto 63 cuando Abel anotaba el que sería el único gol del partido. Porque tras el 0-1, los únicos que buscaron el gol fueron los jugadores del Calvo Sotelo, pero se toparon con un Atlético bien plantado y defendiendo a capa y espada su gol.

MÁXIMA TENSIÓN AL FINAL

Los minutos finales fueron de máxima tensión, como buen derbi que se precie. Cada uno defendiendo su estrategia. Lucha, pelea, intensidad, tensión y poco juego. Con el pitido final, alegría visitante por haber conseguido la heroica de vencer a todo un Calvo Sotelo, inexpugnable en el Cerrú hasta hoy, y por salvar su orgullo y dignidad. Y alegría local, por supuesto, por poder celebrar, junto a su afición, un más que merecido ascenso. La fiesta sobre el césped se prolongó como merecía la ocasión. Justo premio para un equipo que, viendo su trayectoria desde su fundación, tienen un sitio preferente en Tercera División, en la que podrán seguir demostrando que Puertollano es una ciudad de fútbol. Una ciudad que respira fútbol por los cuatro costados.