Maestro de música

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Son las 03:50 del Jueves, 25 de Abril del 2024.
Maestro de música

El pasado domingo 4 de febrero la AMC Banda de Música de Puertollano tributó un emotivo homenaje en el Auditorio Municipal a quien es su director honorífico, don Ángel Parla Candenas, que contó con la asistencia de más de 400 personas y tuvo momentos entrañables y cargados de reconocimiento hacia el homenajeado, que pasa por un delicado estado de salud a pesar de lo cual dio pruebas de una entereza envidiable para estar presente y poder agradecer en persona las innumerables muestras de cariño. Confesó en su alocución que se sentía muy feliz no solo por el homenaje sino también porque en el Auditorio se encontraban en ese momento las tres cosas más importantes de su vida: el público, los músicos y su familia. Y damos fe de que todos ellos se emocionaron y volcaron con el maestro.

     Don Ángel Parla ha dirigido durante 32 años la Banda Municipal de Música de nuestra ciudad, desde 1975 cuando recaló en Puertollano desde su ciudad natal, la toledana Ocaña, hasta 2007 en que se jubiló. En esta dilatada trayectoria, ha dirigido más de mil conciertos y ha cosechado diversos premios entre los que destacan el primer premio del certamen de Bandas de Tomelloso en 1975 y 1976; el primer premio en el concurso Villa de Leganés en 2000 y el tercer premio en el concurso internacional de Aranda de Duero en 2001. Otro jalón memorable de su trayectoria ha sido la grabación de un disco con piezas de su admirado maestro Pablo Sorozábal, como muestra de agradecimiento a quien da nombre al Conservatorio Profesional de nuestra localidad. Asimismo, hay que anotar en su haber el logro de ampliar y consolidar nuestra Banda Municipal y convertirla en un referente en su género. Suele comentar y considerar como su éxito más valioso el haber convertido a esta agrupación en una gran familia, hecho que se puso de manifiesto de modo palmario el día del referido homenaje, cuando pudimos ver a antiguos componentes de la Banda Municipal abrazar a quien fue su director. Hay que dejar constancia de que  su jubilación no ha sido sinónimo de inactividad, ya que ha continuado colaborando con la Banda de Música de Puertollano hasta fechas recientes. Es sabido que existen profesiones vocacionales de las que sus titulares no se jubilan nunca.

     D. Ángel Parla cuenta en su currículo, además, con haber iniciado y consolidado tres proyectos  que enriquecen el acervo cultural local y de los que se benefician los habitantes de Puertollano, proyectos que hoy son una espléndida realidad. Por orden cronológico, el primero fue la Academia Municipal de Música en 1975, poco después de tomar posesión de su cargo de director de la Banda Municipal, que sería el germen del actual Conservatorio Profesional “Pablo Sorozábal. A partir de entonces, la Academia atraviesa diversas vicisitudes: Aula Extensiva del Conservatorio de Música de Córdoba, después pasó a serlo del Real Conservatorio de Música de Madrid y finalmente, en 1983, fue reconocida por el Ministerio de Educación y Ciencia como Conservatorio Elemental de Música, cumpliendo las expectativas del alumnado y de las personas que promovieron el proyecto. El maestro de música vio así recompensados tantos esfuerzos llevados a cabo a lo largo de 8 años y dirigió el Conservatorio hasta 1986 en que hubo de abandonarlo a causa de la ley de incompatibilidades, eligiendo mantener el cargo de director de la Banda Municipal.

     El segundo proyecto, la Escuela Municipal de Danza, fue un encargo del alcalde don Ramón Fernández Espinosa. Las clases se iniciaron en los bajos de la Casa de Baños, continuaron en el antiguo Ayuntamiento, regresaron a la Casa de Baños, y, por último, recalaron en los bajos del edificio donde estuvo el Gran Teatro. El alumnado se examinaba en el Conservatorio de Córdoba y don Ángel compaginó la dirección y el cometido de profesor de música hasta mediados de los años noventa. Después se gestionó con la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha la homologación de la Escuela como Conservatorio Profesional de Danza y se logró el objetivo, que necesitó de una nueva sede en la calle Malagón.

     El tercer proyecto fue darle continuidad a la Coral Polifónica de Enpetrol que había desaparecido años antes. En este caso, la iniciativa la adoptó el concejal de cultura don Casimiro Sánchez Calderón, que le encomienda la puesta en marcha y la dirección del colectivo, al que se suman numerosos componentes de la anterior Coral. Pronto alcanzan un nivel destacado que hace que proliferen sus actuaciones y que conciten el fiel seguimiento de los aficionados al canto coral. Han sido y continúan siendo, ahora bajo la dirección de don Adolfo Muñiz, un magnífico broche para destacados actos como los pregones de la Feria de Mayo, además de sus conciertos en solitario. Durante más de 8 años don Ángel fue su director.

     Por todo ello, cuando nuestros hijos e hijas se matriculan en los Conservatorios de Música o de Danza, cuando escuchamos a la Banda de Música, cuando nos deleitamos con la Coral Polifónica “Puertollano”, hemos de agradecer el trabajo de las personas que los pusieron en pie sin escatimar esfuerzos, que fijaron su vista en un horizonte que albergaba una formación educativa de primer orden para los habitantes de nuestra ciudad, comarca y provincia. Suele ocurrir que nos aprovechamos de servicios relevantes de la ciudad sin caer en la cuenta de que precisaron del empeño sin desmayo de gente adelantada a su época que, con el paso del tiempo, llegan a convertirse en anónimas porque no se ha valorado suficientemente su labor, porque se olvida reconocer sus logros. Don Ángel Parla se cuenta entre estas personas y nos consta que ahora disfruta de la satisfacción del deber cumplido y de la serenidad de ánimo que proporciona la obra bien hecha. Su imagen encabezando a la Banda Municipal por nuestras calles y en la Concha de la Música durante tres largos decenios permanecerá en la retina y en los corazones de los amantes de la música y de la cultura. Enhorabuena y gracias por todo, don Ángel.

 

 

 

Eduardo Egido Sánchez

    

      

Eduardo Egido Sánchez