Hijos de la fábula

Son las 01:33 del Sábado, 4 de Mayo del 2024.

Hijos de la fábula

Por Gloria Serrano Martín

"Sé que he sacado de quicio a mucha gente y que me llaman tocapelotas. Me da igual" (Fernando Aramburu)

Desde que publicara "Los peces de la amargura", en 2006, Fernando Aramburu ha intentado transmitir en sus obras el sufrimiento que el mundo del terrorismo ha causado durante décadas en el País Vasco. Siguió con "Años lentos" (2012) y "Patria" (2016), su obra más conocida y premiada. Hace poco ha salido a la luz su última novela: "El niño" basada en los hechos que ocurrieron en Ortueya (Vizcaya) en el 1980 a raíz de una explosión de gas que tuvo lugar en un colegio.

"Hijos de la fábula es otra cosa. Lo que aquí se cuenta es divertido, esperpéntico y el contrapunto de" Patria". Es otro enfoque y por eso no son comparables. Y como tal hay que valorarlo.

Joseba y Asier son dos jóvenes vascos radicalizados que pasan la frontera y se instalan en una granja al sur de Francia para integrarse en ETA. Pero he aquí que ETA renuncia a la lucha armada y ellos se quedan abandonados y sin blanca. Lejos de amilanarse, deciden seguir en la brecha fundando una nueva organización que sea el germen de la lucha armada del pueblo vasco por su libertad." Venimos a llenar un hueco. No importa por ahora alcanzar grandes metas. Lo importante es mantener encendida la llama. Que el enemigo siga con miedo". Como no cuentan con armas se entrenarán con escobas, lanzando piedras como si fueran granadas o robando gallinas simulando un secuestro.

Frente al dolor y el drama de Patria, el humor y el esperpento en las andanzas de Asier y Joseba que a veces me han hecho recordar algunos episodios de D. Quijote y Sancho. El estilo que emplea el autor en esta novela también es muy distinto al de sus otras obras. Abundan las frases cortas y los diálogos haciendo que la narración sea muy fluida. Hay que ser un maestro para tratar el mismo tema con tan diferentes registros.

Creo que debemos congratularnos de que el distanciamiento de esta tragedia que marcó a la sociedad española hoy haya permitido que Fernando Aramburu nos deleite con una novela humorística, algo impensable en otros tiempos.