Seguro que hay ríos más caudalosos, pero solo en el Montoro fluyen transparencias, brincan destellos y esmeraldas de agua fresca.
Seguro que hay ríos más profundos, pero solo en el Montoro fluyen reflejos, que duplican realidades y afilan cuchillas de pizarra.
Seguro que hay muchos más ríos, pero solo el Montoro me trae de vuelta a casa.