Los Yoga Sutras, escritos por Patanjali en torno al año 250 a.C., son una completa explicación de la sabiduría del Yoga. Específicamente, también pueden ser considerados como un compendio que abarca todas las dimensiones de la mente. Este pequeño libro, compuesto por 195 aforismos, está repleto de notas e indicaciones sobre cómo hacer que la mente esté enfocada, que sea como un láser.
En efecto, tal como un rayo láser hace que todos los fotones de luz viajen en una misma dirección y el haz resultante pueda penetrar incluso el metal, así la mente del yogui adquiere una configuración similar a la del láser. Un estado que el yogui alcanza mediante un largo y disciplinado entrenamiento de sus ojos, su sistema nervioso, su cerebro, etc.
Un buen ejemplo de ello fue Shri Yigendraji. Viviendo con su amado Gurú, Paramhamsa Madhavdasji, en su ashram en Malsar, a orillas del sagrado río Narmada, Yogendraji se formó en los más altos niveles del yoga. El día en que el Maestro le pidió a su discípulo que se sentara en una postura meditativa durante más de tres horas y contemplará sin parpadear la llama encendida de la diya (la lámpara de aceite), los ojos de Yogendraji se volvieron como un láser.
VIBHUTI PADA: LOS PODERES DE LA MENTE
En el tercer capítulo de los Yoga Sutras, titulado “Vibhuti Pada”, Patanjali describe las capacidades intuitivas y los poderes del yogui. Estos poderes se pueden dividir, de forma general, en dos grupos: los poderes cognitivos y los poderes cinéticos. El yogui que sigue las enseñanzas del Raja Yoga hace prácticas de Samyama (ver Yoga Sutra 3.4 y siguientes) y logra poderes cognitivos. Es como si el yogui ascendiera la escalera de Prakriti para alcanzar un conocimiento que lo lleva, finalmente, a la Omnisciencia. El yogui tántrico, además, adquiere los aspectos polifacéticos del Prana y energiza las fuerzas cinéticas en su cuerpo.
EL MENTALISTA
Los mentalistas intentan realizar hazañas que aparentemente demuestran poderes mentales extraordinarios, tales como leer la mente.
Los siddhis o poderes yóguicos descritos en el “Vibhuti Pada” van mucho más allá de estas demostraciones limitadas de los mentalistas. Estos poderes emergen a través de intensas prácticas meditativas. Pero el yogui, interesado en progresar hacia kaivalya, o la liberación del alma, los considera un estorbo. Sin embargo, si estos poderes surgen espontáneamente, el yogui simplemente los mira pero no se aferra a ellos, tal como un viajero que ve un hito en la carretera y continúa su camino. Él yogui ve sus poderes y sigue avanzando.
El Dr. Jayadeva Yogendra comparaba los poderes de la mente del yogui con un galvanómetro: ayudan a verificar el “voltaje espiritual” del yogui.
Harold Sequeira, Maestro de Yoga, The Yoga Institute (Bombay)
Traducción: Juan Felipe Molina
Fotografía procedente de la colección de The Yoga Institute: Yogendraji practicando Trataka
