Sólo hay un Puertollano A y ellos tiene un Plan B

Los jóvenes son ciudadanos del mundo y el futuro más cercano, aunque muchos no confíen en sus capacidades y formas de proceder. Es así como tienen conciencia de los problemas de la sociedad de hoy en día, por lo que muchos de ellos luchan cada día para mejorar la sociedad en la que vivimos. La unión hace la fuerza, las pequeñas acciones y gestos cotidianos son los que cambian el mundo, la suma de estos ingredientes más las ganas propias de la juventud y el deseo de mejorar el entorno que les rodea, ha provocado que un grupo de jóvenes voluntarios de Puertollano hayan puesto en marcha un movimiento reivindicativo con mucho futuro que, además de haber generado una gran repercusión en las redes sociales, ayuda a mejorar la vida de los vecinos de la ciudad y a minimizar el impacto social y medioambiental.

María Márquez pasea con asiduidad por su ciudad y uno de los días que acudió a la zona este de Puertollano, conocida como El Poblado, se indignó enormemente al encontrar numerosos restos de residuos tirados por las calles de lo que es una de las zonas verdes más extensas del municipio manchego. Es así como no tardó en sacar su móvil para inmortalizar las pruebas del delito y remover así las conciencias de todos aquellos que habían ayudado a ensuciar las calles de la ciudad, insultando a todos aquellos vecinos que siempre son un ejemplo de convivencia. Seguidamente, le mandó las fotografías que había tomado a sus amigos para que tomaran conciencia de lo que estaba ocurriendo en su ciudad, y es así como éste pequeño gesto sirvió para organizar todo un movimiento joven digno de admirar.

Hace apenas unas semanas los cinco amigos se ataviaron con mascarillas, guantes y bolsas de basura para recoger de forma voluntaria, desinteresada y altruista los residuos generados por los que se empeñan en ensuciar el lugar en el que residen. Después de hora y media limpiando El Poblado publicaron varias imágenes en las redes sociales de la labor que habían llevado a cabo. Estas imágenes comenzaron a extenderse como la pólvora por los dispositivos de muchos otros jóvenes con los mismos pensamientos e ideas que los precursores del proyecto, lo que provocó que en la siguiente batida de limpieza que se organizó a la zona de El Pozo Norte el grupo se ampliara a casi una veintena de voluntarios. La tercera batida, en la que se recogieron treinta y cinco bolsas de basura y aproximadamente cien kilos de plástico y vidrio, tuvo lugar en las Pocitas del Prior y contó con casi el doble de voluntarios que en la segunda de ellas. La próxima está prevista para el próximo jueves 9 de julio en la zona del supermercado E. Leclerc, es decir, justo a la salida de la ciudad por la carretera del cementerio municipal y contará con al menos cuarenta jóvenes interesados en el cuidado del planeta y en la protección del medio ambiente.

De esta forma, la iniciativa ha ido cogiendo tanta fuerza que hasta han conseguido concretar una reunión con alcaldía para lanzarle todas las propuestas que se han ido fraguando y debatiendo en las diversas reuniones organizadas por los propios jóvenes. “No deseamos que este movimiento se quede como una anécdota más y no tenga consecuencias visibles, queremos respuestas tanto de la ciudadanía como del ayuntamiento de nuestra ciudad y no vamos a parar hasta que las encontremos”, han comentado José Carlos Gijón y María Márquez en numerosas ocasiones.

Clara García Sillero