Investigan cómo mitigar el impacto negativo del cambio climático en las viñas

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Son las 18:02 del Martes, 23 de Abril del 2024.
Investigan cómo mitigar el impacto negativo del cambio climático en las viñas
 El Centro de Investigación de la Vid y el Vino de Castilla-La Mancha (Ivicam) ha procedido a plantar una nueva parcela experimental de vid, en la que se va a estudiar como mitigar el impacto del cambio climático en el crecimiento y desarrollo de la vid y en la calidad de las uvas.
 
La parcela experimental, que se ha plantado en los terrenos del Ivicam de Tomelloso (Ciudad Real), tiene como finalidad analizar el efecto que puede tener el cambio climático en las vides y las uvas, con las miras puestas en los posibles ajustes que sea necesario hacer para la vitucultura del futuro, ha informado este sábado en una nota de prensa la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural.
 
El titular del departamento, Francisco Martínez Arroyo, ha explicado la parcela experimental servirá para ver los efectos del uso restrictivo y eficiente del agua en el viñedo, de tal manera que se mejore el rendimiento productivo "utilizando de forma muy eficiente el recurso más importante que tenemos, que es el agua", ha afirmado.
 
Para ello, se identificarán los genotipos mejor adaptados a las nuevas condiciones ambientales, para también para hacer frente a la sequía, buscando las variedades más eficientes desde el punto de vista hídrico o que mejor se ajusten agronómicamente a la viticultura de Castilla-La Mancha.
 
En la investigación se incluye un pequeño grupo de patrones, que se estima que podrían contribuir a la adaptación vegetal, mejorándola.
 
Así, se ha inHa sido aquí donde se ha procedido a la plantación de una nueva parcela experimental de vid, que se suma a las tres ya en funcionamiento. En este caso, el objetivo pasa por mitigar el impacto negativo del cambio climático en el crecimiento y desarrollo de la vid, así como en la calidad de la uva, con las miras puestas en los posibles ajustes necesarios en la viticultura del futuro.
 
Martínez Arroyo ha afirmado que la parcela experimental servirá para “ver los efectos del uso restrictivo y eficiente del agua en el viñedo, de tal manera que mejoremos el rendimiento productivo utilizando de forma muy eficiente el recurso más importante que tenemos, que es el agua”.
 
Para ello, se identificarán los genotipos mejor adaptados a las nuevas condiciones ambientales, para también hacer frente a la sequía, buscando las variedades más eficientes desde el punto de vista hídrico o que mejor se ajusten agronómicamente a la viticultura de Castilla-La Mancha.
 
De esta forma, en la investigación se incluyen un pequeño grupo de patrones, que pudieran contribuir a la adaptación vegetal, mejorándola.
 
Así, se ha instalado una nueva parcela de 1,8 hectáreas en los terrenos del Ivicam de Tomelloso que cuenta con hasta 24 variedades, la mitad de blanca y la otra mitad de tinta, y cinco patrones, resistentes a la sequía y a elevadas concentraciones de caliza activa en el suelo, con una media de 1.815 cepas por hectárea.
 
En esta parcela, se van a llevar a cabo en los próximos años estrategias de riego deficitario controlado o de secado parcial de raíces, dentro de la línea de investigación.
 
Esta nueva parcela se une a las tres existentes en las instalaciones del Ivicam, en las que hay una colección de 174 variedades de vid de Castilla-La Mancha.
 
Estas parcelas constituyen el campo demostrativo de todas las variedades de vid autorizadas en Castilla-La Mancha hasta la fecha, que se ofrece a los viticultores para que conozcan las características de cada una de ellas; así como una tercera parcela experimental, en la que ya se realizan estudios de manejo de riego y tipo de poca, con doce variedades y cuatro repeticiones.