Los beneficios de la natación son muchos, pero tenemos que considerar dos escenarios:
En ambos casos tiene beneficios físicos tanto a nivel articular, cardiovascular y es muy positivo para los músculos porque trabajan sin el efecto de la gravedad.
África afirma que la natación como disciplina deportiva “es muy aconsejable para todas las edades, pero hay que tener en cuenta las características” que implica. Es una disciplina de entrenamiento regular y el aprendizaje debe ser instruido por un técnico o entrenador.
Día a día vemos más competiciones de veteranos y de niños muy pequeños, y en ambos casos la figura de los responsables deportivos es de especial importancia, porque ambos casos son “poblaciones de riesgo”. Por tanto, precauciones básicas en cuanto al nivel de preparación y de control del entorno.
El error principal es querer hacer natación deportiva (el crol, estilo de natación libre o de mariposa) para mejorar el dolor de espalda o la salud, porque con ello conseguimos el “efecto contrario”. Se acaba con más dolor y contracturas musculares.
“Es muy típico ver a en las piscinas a personas que tienen dolores cervicales y les recomiendan hacer natación. Realizan lo que se denominabraza, con la cabeza fuera, en hiperextensión cervical. Eso empeora su situación, les produce más dolores y contracturas e incluso causa pinzamiento articular”, asegura la doctora López-Illescas.
Hay personas que realizan movimientos repetitivos y posiciones muy mantenidas. Si es una persona sana, las puede asumir y su aparato locomotor también, pero cuando hay alguna patología articular, está totalmente contraindicado.
Otro error muy frecuente es lanzarse a nadar sin calentar.
“De forma general, aconsejaría que empezasen con movimientos o ejercicios en el agua con movilizaciones y desplazamientos ligeros, con el objetivo de ganar movilidad, fuerza y resistencia cardiovascular”, añade la doctora, quien también explica que depende de la lesión, de las características de la persona, de la edad y de la condición física, para poder recomendar un programa u otro.
Si queremos practicar la natación como un deporte, la primera recomendación es seleccionar a un entrenador para que indique la técnica correcta.
Además conviene consultar a un especialista en medicina deportiva para que explique aquellos movimientos que son recomendables para la salud y, sobre todo, aquellos que están prohibidos. Así se puede hacer un entrenamiento más completo.
“No hay que someterse a complicados estudios médicos para ello, pero si tener en cuenta que con un examen básico se puede evitar riesgos, dolores y molestias”, aconseja López-Illescas. La natación aporta beneficios físicos y psicológicos muy saludables, pero lo más importante es disfrutarla.
EFE