Antiguo paso y molino

Guadiana arriba, Guadiana abajo, en busca de un Antiguo Paso que te lleva a las reminiscencias de un molino jalonado de álamos alados, que se estiran como señoritingos deseosos de sacudir al viento sus hojas doradas de otoño.

De puente a puente, y un rebaño lanar sigue pendiente de que le lleve la corriente, y se deja pilotar por unas garcillas bueyeras  y un par de mastines tristes que, al ver al caminante, se alegran. Un Antiguo Paso aún une orillas ribereñas, para satisfacción del caminante siempre ávido por saber qué le espera al otro lado.