¡Espejos!... La Naturaleza nos proporciona espejos.
Son pocos, muy pocos, los seres animados capaces de reconocerse a sí mismos en ellos.
Cuántos tipos más de espejos nos estará brindando la Naturaleza, en los que tampoco nosotros —quizá por ignorancia, quizá por miedo— acertemos a reconocernos.