Así lo ha puesto manifiesto un reciente estudio de investigadores del Grupo de Investigación en Gestión de Recursos Cinegéticos y Fauna Silvestre del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC - CSIC, UCLM, JCCM) publicado en el revista científica Journal of Wildlife Management y consultado este lunes por Efe.
El estudio está realizado en colaboración con investigadores del Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA-CSIC), del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA-CSIC), del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM-CSIC) y de la Universidad de Málaga, que han evaluado la información proporcionada por cazadores y agentes medioambientales de Castilla-La Mancha.
A pesar de tratarse de una especie de hábitos diurnos, no siempre es fácil detectar la presencia de meloncillo en un área determinada debido a su comportamiento esquivo, por lo que las observaciones proporcionadas por colectivos que desarrollan sus actividades en el medio natural, como los cazadores, pueden ayudar a completar el conocimiento sobre su área de distribución.
Es por ello que este estudio, enmarcado en el Proyecto Melocam, ha tenido como objetivo mejorar el conocimiento del área de distribución del meloncillo a través de una encuesta on-line realizada a cazadores cuyos datos fueron comparados con la procedente de profesionales relacionados con la fauna silvestre, incluidos agentes medioambientales, técnicos e investigadores.
Los resultados muestran una gran consistencia entre ambas fuentes en el conjunto de la distribución del meloncillo, pero diferencias significativas en los detalles de áreas concretas, lo que sugiere que ambos colectivos pueden proporcionar datos únicos y valiosos para la conservación y gestión de especies no cinegéticas.
Por ejemplo, los cazadores aportaron más datos de presencia de la especie que los profesionales en áreas del Este de las provincias de Toledo y Ciudad Real, para el área de distribución en conjunto y en el área central de la especie, lo que sugiere que los cazadores podrían ayudar a detectar áreas donde la especie está presente pero donde no existe registros.
En conjunto, los resultados resaltan la importancia de implicar a los cazadores en la conservación de fauna, dado que pueden compartir información valiosa sobre su distribución, incluso de especies no cinegéticas.
El meloncillo fue detectado por cazadores, profesionales o ambos en 305 de los 921 municipios existentes en Castilla-La Mancha, el 33,12%.
En 216 de esos municipios, la especie fue detectada por profesionales de la vida silvestre y en 264 por cazadores.
EFE