“Fever”: Cuando arden los sentidos

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Son las 10:41 del Jueves, 25 de Abril del 2024.
“Fever”: Cuando arden los sentidos

Muchas canciones han tenido y tienen la gratificante facultad de enervar nuestros más primitivos instintos y recordárnoslos cual pero de Pavlov, cada vez que suenan sus notas, “Fever” es el epítome de estos temas más que cálidos. Sin embargo, como muchas otras canciones, sean o no tan epidérmicas, “Fever” nació menos sensual para su primer intérprete, Little Willie John, unos de los muchos músicos negros que, a mediados de los cincuenta del pasado siglo, intentaba hacerse un hueco en el incipiente mundo de la música que estaba bullendo con las notas del Rhythm & Blues, luego llamado Rock & Roll. Esta primera versión, que fue publicada en Marzo de 1956 contaba con una base de saxos a los que se añadió una guitarra de jazz y un, entonces, chasquido de dedos que le daba una mayor animosidad, lejana aún del carácter sensual que llegaría a adquirir con el tiempo. El tema fue número uno en la lista segregada de Rhythm & Blues y hubiera esperado mejor suerte si no hubiera caído en las manos de Peggy Lee una rubia oxigenada al gusto de los cincuenta que, con la canción libre de créditos (eso era habitual si el autor resultaba ser negro), la retocó según su gusto añadiendo las frases relativas a Romeo & Julieta y las del Capitán Smith & Pocahontas, además de aumentar la intensidad el chasquido de dedos que le acabó dando un sello  identificativo a la canción. La misma Peggy Lee con el director Jack Marshall, decidió llevar a un tempo más lento que la original, desnudándola de otros artificios de un fueran el contrabajo de Joe Mondragon, una suave percusión de Shelly Manne (interpretada con los dedos) y el chasquido de dedos de la propia Lee, el guitarrista Howard Roberts y el mismísimo productor del tema David Cavanaugh. El resultado, descrito por los presentes en la grabación, fue “suave y sensual” lo que añadido a la propia imagen de su cantante, catapultó el tema, ahora sí, en todas las listas de los USA desde su publicación en Mayo de 1958 (nº 8 en el Bilboard 100) y saltando el Atlántico donde llegó a nº 5 en el Reino Unido durante el verano y de nuevo nº 8 en los Paises Bajos a primeros de 1959. Todo lujo de honores recibió el cálido tema de Lee como una de las mejores 50 canciones de los 50 y cosas por estilo (Grammys incluidos) a las que tan aficionados son los yanquis. Elvis no pudo resistirse a interpretar un tema que le iba al pelo a su ágil pelvis y en 1960, en el álbum de regreso del Servicio Militar, incluyó una versión muy en la línea de Peggy Lee y distante del carácter más “blues” que, sin embargo se ve más acusado cuando cae en las manos de Buddy Guy.

Eso encandilará seguramente a nuestros lectores “mayorcitos” pero el tema se ha rejuvenecido en el s.XXI gracias a las interpretaciones, libres y sin pudor, que de él han hecho dis “stars-systems” como son Madonna y Beyoncé que no han dudado en moldear las tórridas notas con las más osadas mixturas electrónicas, hip-hop y ejemplarizarlo en video-clips tan enérgicos como las notas que los sustentan. Al lado de ellas, las versiones más academicistas del resto de nuestra “track-list puede que sepan a poco pero repetid la audición más de una vez y que la fiebre os acompañe.

Juanma Nuñez Rodrí­guez
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