FOR YOUR LOVE: El gran enfado de “manolenta”

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Son las 12:04 del Viernes, 19 de Abril del 2024.
FOR YOUR LOVE: El gran enfado de “manolenta”

Cójase un “riff” reiterativo hasta la extenuación, póngasele unos coros que respondan al fraseo del cantante, repítase esa cadencia las veces que parezca necesario, remátese con un intermedio en otro compás parapetado entre guitarras y vuelta a empezar: así funcionaron decenas de tonadas pop en la segunda mitad de los sesenta y, la de hoy, no fue una excepción, más bien fue un modelo, un manual al que ajustarse y que puso de los nervios al entonces joven Eric Clapton.

“For Your Love” Fue una canción descartada por grupos de éxito como Herman’s Hermits, Animals, e incluso Beatles en un periplo por las compañías discográficas que su joven autor, Graham Gouldman, realizó a finales de 1964. Gouldman que con el correr de los años produciría abundantes éxitos para grupos y solistas, así como tener su tiempo de gloria al frente de la banda setentera 10 cc., era en aquel momento uno de los miles de adolescentes que soñaba con emular el éxito de los Beatles que, según él mismo reconocía, fueron su principal influencia. En la Navidad de 1964, una demo de la canción fue ofrecida a los Beatles y a los Yardbirds que compartían ensayos en el Hammersmith Odeon de cara al concierto navideño. Mientras el entorno de los “Fabs-Four” descartó el corte, Giorgio Gomelsky, a la sazón mánager de Yardbirds, tomó la canción para sí, cambiando, sin él saberlo, el curso de la Historia del Pop, así con mayúsculas.

Desde el comienzo de la avalancha musical sesentera, había grupos que tocaban melodías fáciles, populares y comerciales, mientras que otros, cercanos a la intelectualidad del jazz y el blues, preferían desmarcarse como elitistas intérpretes para un consumo “por les connaisseurs”. A la primera corriente se le llamó “Pop” y a la segunda la mantendrían como “Rock”, si bien ambas etiquetas se alternaban para describir toda la música popular creada por los jóvenes intérpretes que bebían directamente del rock ‘n’ roll de los cincuenta. En Gran Bretaña, esta brecha era muy significativa porque los Beatles y los Rolling Stones abanderaban cada una de las facciones y los Yardbirds se encontraban en la de los Stones, muy a su pesar porque viendo como florecían grupos pop como champiñones y lo que costaba ganarse la vida como purista del blues, algunos miembros del grupo, incluido el mánager optaron por probar aquella canción que trajo Gouldman y dentro de las “virguerías” ajenas al ADN del blues que iban a introducir sería la introducción a base de un clavicémbalo (posteriores versiones se harían con guitarras) que en la grabación de Febrero de 1965 corrió a cargo de Brian Auger, quien años más tarde obtendría éxitos con su banda The Trinity y su novia Julie Driscoll. Para esa grabación los Yardbirds contaban con su guitarrista titular, Eric Clapton, que había sustituido al inicial Top Topham en Octubre de 1963, y que, en cierta manera lideraba la facción más purista de la banda que ya entonces fue acompañante y telonera de Sonny Boy Williamson II en su gira británica de 1964. Cuando el joven e idealista Clapton se encontró con un tema inferior a los tres minutos, sin casi presencia de guitarra solista y aclamado por multitudes con la nueva tonada que había llegado al nº3 de los charts, detrás del “Satisfaction” de los Stones, se pilló un rebote de padre y muy señor mío. Algunos achacan el cabreo a tener que sustituir el clavicémbalo de la grabación en estudio por la interpretación –en vivo- de una guitarra acústica de 12 cuerdas, pero el caso es que Eric “Manolenta” Clapton, que todavía no había recibido tan exclusivo mote, salió por piernas de los Yardbirds para irse a casa de John Mayall, quien lo acogió entre sus pechos para hacer de él unos de los mejores guitarristas de blues de la historia. En los Bluesbreakers de Mayall, Clapton haría buenas migas para crear con Jack Bruce y Ginger Baker los legendarios Cream, unas de las bandas seminales del llamado rock progresivo y su hijo bastardo el Hard-Rock, luego conocido como Heavy-Metal.

Por su parte, los Yardbirds contrataron a otro genio en la guitarra, Jeff Beck, que con el paso de los discos llevó a la banda otra serie de bandazos experimentales y, cuando se cabrearon con él, cogió las de Villadiego y se lo montó por su cuenta creando otro de los hitos Hard-Heavy con su irrepetible “Truth” (Jeff Beck Group, 1968). Para seguir tocando “For Your Love” por los cinco continentes, la banda de Gomelsky puso de solista a un tipo que había sido reclutado como bajista, amigo de Beck y –mira por donde- también un guitarrista de “toma pan y moja”: Jimmy Page que, mientras Beck y Clapton, cada uno por su lado, daban los pespuntes a una revolución sonora, iba a transformar la vieja banda en los  New Yardbirds en 1968, para definitivamente enterrar el pasado y sobre sus cenizas crear Led Zeppelin. ¿Os cuadra el asunto?

 Y como siempre en estas cosas el juego posibilista ofrece multitud de teorías e hipótesis, como qué hubiera pasado si Clapton hubiera seguido en la banda, si habrían convivido en la misma los tres genios de la guitarra que desfilaron por ella y quién o cómo se habría desarrollado la creatividad de esos jóvenes, en aquella ubérrima época artística. Disfrutad, como ya lo he hecho yo, de la selección de versiones y sus diferentes ópticas.

Juanma Nuñez Rodrí­guez
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