Cómo escribir quinientas veces un concierto o ser cura y no oficiar misa

La voz de Puertollano
La Voz de Puertollano en Facebook
La Voz de Puertollano en Twitter

Son las 01:41 del Viernes, 26 de Abril del 2024.

Hay quien define a este compositor como “el hombre capaz de escribir el mismo concierto más de quinientas veces y estrenarlo como algo nuevo”. Y si nos pusiéramos a analizar uno a uno, veríamos que el compositor de esta semana encajaría a la perfección en esa definición. No podemos decir que Antonio Vivaldi fuera un innovador innato en lo que a formas musicales se refiere. Sin embargo, tampoco sería justo quitarle el mérito de haber escrito un repertorio que incluyen obras tan conocidas como las famosísimas Cuatro estaciones.

Antonio Vivaldi, nacido en Venecia en 1678, era conocido en su época como el cura rojo. Este sobrenombre se debía principalmente a su cabello pelirrojo y a que compaginaba, en teoría, su faceta artística con su labor de sacerdote. De hecho, en 1737, fue acusado por un compañero de profesión de no oficiar misa a ningún día del año, a lo que Vivaldi contestó que efectivamente, llevaba más de veinticinco años sin oficiar celebración alguna y que no tenía la intención de volver a hacerlo.

Lejos de lo que se pueda pensar, Antonio Vivaldi justificaba su decisión de no oficiar misa a problemas de salud: padecía asma, y durante su primer año como sacerdote tuvo que abandonar las celebraciones en varias ocasiones debido a los ataques que sufría. De hecho, la vida del veneciano se desarrollaba en interiores, y en el caso de tener que desplazarse de un lugar a otro de la ciudad, siempre lo hacía en góndola o carruaje.

Tras la aprobación del Cardenal para que Vivaldi no oficiara misa debido a su enfermedad, éste pasó a dirigir musicalmente una escuela para niñas huérfanas. Entre sus hazañas, podemos destacar la de recibir el título de caballero por parte del emperador austríaco Carlos VI, gran admirador del compositor, o la de componer la música para la boda del rey Luis XV de Francia.

 

Marcelino Mora González