Fábula, cuando lo barroco se convierte en un éxito pop

En estos tiempos musicales de Rosalía, pseudocanciones reguetoneras y reproducciones en streaming, resulta un poco paradójico que en las tiendas de discos (para los más jóvenes les diré que una tienda de discos es una tienda donde se vende música grabada en múltiples formatos, desde singles, álbums, cintas de cassette, etcétera... aún podéis encontrar algunos ejemplares de ellas en ciudades como Granada - os recomiendo Discos Bora Bora o Discos Marcapasos, que son dos de las que más me gustaban cuando vivía allí - Sevilla, Málaga, Madrid... En Puertollano teníamos tiendas de discos hace no tantos años, pero actualmente...) se esté reservando un gran espacio para formatos que parecían extintos como el vinilo o el cassette.

Será que al final, todo el arte que rodea a dichos formatos, no ha quedado bien plasmado en el formato digital. A mí, particularmente, me gustan ambos: utilizo a diario el formato digital, pero procuro adquirir un par de singles en vinilo o álbums en cd siempre que puedo... Y diréis, ¿por qué nos cuenta esto hoy? Pues os lo cuento porque igual que todo lo anterior no deja de ser un tanto paradójico, me resulta bastante amable que el disco pop más exitoso de nuestra historia musical (Descanso Dominical, de Mecano) contenga una pequeña joya que perfectamente podría haber sido una composición barroca. Se trata de Fábula, compuesta por Jose María Cano. 

Fábula es, sin ninguna duda, una delicia musical de las muchas que escribió José María Cano, que por cierto, actualmente y desde que abandonó el grupo allá por 1998 se dedica a la pintura (una de sus obras se encuentra en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga, justo enfrente de tres obras de Andy Warhol, por si os queréis pasaros a verla). La única pega que tiene esta pequeña y gran canción es que no fue nunca tocada en directo en ningún concierto del grupo, por lo que no se puede encontrar, ni tan si quiera en mala calidad, un vídeo o audio de ella...