Siguiendo con estas pequeñas vacaciones compositivas, he decidido continuar escribiendo sobre otro de los grandes intérpretes del siglo XX: Glenn Gould. Este excéntrico y genial pianista es, sin lugar a duda, una de las figuras principales para entender el siglo XX en lo que al formato se refiere. Nació en Toronto en septiembre de 1932 en el seno de una familia de músicos.
Gould vivió de primera mano la transformación que surgió la industria musical con el avance de las tecnologías el siglo pasado: no era muy dado a tocar en conciertos donde se presentaba siempre abrigado con bufandas y ropa de abrigo independientemente de la temperatura que hiciera en la sala de conciertos. Consideraba a las salas de conciertos como el lugar donde las clases altas mostraban sus grandes galas y asistían a ellas con el único propósito de mostrar su estatus, sin que les importara en absoluto la música. Por este motivo, Glenn apostó siempre por el estudio de grabación, donde experimentaba con las técnicas digitales más avanzadas de su época y se preparaba para interpretar las múltiples obras que interpretó y que en rara ocasión regrabó, a excepción de las variaciones Golbert de Bach, que grabó dos versiones: la primera al inicio de su carrera y la segunda poco antes de su muerte. El hecho de que regrabara precisamente estas variaciones nos muestra de la profunda admiración que sentía por el compositor barroco.
Investigaciones posteriores a su muerte, revelaron que Glenn Gould presentaba todos los síntomas de padecer el síndrome de Asperger, lo que serviría para explicar parte de sus excentricidades.
El 5 de septiembre de 1977, la nave Vorager1, que despegó de la Tierra en búsqueda de vida extraterrestre llevándose consigo una muestra representativa de la actividad humana, lleva en su interior una grabación realizada por Gould del preludio y fuga número 1 del Clave bien temperado de J.S. Bach.
Si alguna vez la nave Vorager 1se topa con algún tipo de vida extraterrestre capaz de reproducir dicha grabación, se llevarán de inmediato una buena impresión del planeta tierra…