El bálsamo de Fierabrás

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Son las 17:52 del Sábado, 20 de Abril del 2024.
El bálsamo de Fierabrás

Escarbando en la historia reciente de Europa, hay una etapa que me resulta especialmente inquietante: la década de los años 30 del siglo pasado. De Estados unidos nos llegó una crisis financiera furibunda (a decir de muchos la más devastadora conocida hasta el momento). Su magnitud fue tal que sacudió los cimientos económicos y sociales del viejo continente.

 Sus consecuencias fueron demoledoras, los índices de pobreza, paro y exclusión social se dispararon. La prosperidad social que habían traído consigo los felices años 20 (una vez superadas las consecuencias de la terrible 1ª Guerra Mundial), se derrumbó. Y ello trajo consigo la proliferación de opciones políticas en diversos países de corte radical  e inclinaciones antisistema.

  Por ejemplo Alemania. Allí asciende al poder el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, que alcanza el poder democráticamente en 1933. A partir de ahí se inicia una espiral de acontecimientos que desembocan en la segunda Guerra Mundial, a la que nos llevaron unos "nazis" que se consideraban salvadores de la patria.

   ¿A alguien le resulta familiar todo esto?, ¿no hay demasiadas similitudes con la situación que vivimos actualmente?. Tenemos, de un lado, la crisis galopante (que, por cierto, también se inició en Estados Unidos). Y tenemos sus consecuencias: destrucción de tejido productivo, desplome financiero, paro y exclusión social.

     Y, como no, también tenemos a quienes se aprovechan del árbol caído. Por una parte, los sempiternos partidos nacionalistas (en su ADN está sacar provecho de cualquier resquicio en el tronco común). Pero de otro lado tenemos la más que preocupante irrupción de formaciones políticas radicales en toda Europa que amenazan con destruir el Status Quo resultante tras la segunda gran guerra, la implantación de la ONU y la creación de la Unión Europea.

     Diversas agrupaciones pseudopolíticas proliferan por toda Europa prometiendo "la luna" a quienes les brinden su voto. A cambio ofrecen soluciones tan milagrosas y osadas como peligrosas. Prometen lo que todos quisieran alcanzar y han conseguido llevar tras su zanahoria a millones de desencantados.

     Como nuestro entrañable D Quijote, afirman poder derribar gigantes, sin darse cuenta de que son en realidad molinos de viento. Como el ilustre Hidalgo pretenden aplicar a nuestra sociedad el “bálsamo de Fierabrás”. Y lo peor es que, como si del flautista de Hamelín se tratase, hay multitudes dispuestas a seguirle…

                                                                                                                  

Pepito Grillo