Partimos de la idea de que contra la pandemia no hay recetas mágicas, que los resultados dependerán del desarrollo del virus, de las vacunas, de la suerte, de las distancias, etc.
Por ello, creemos que abrir los colegios masivamente supone, como mínimo, un riesgo. Ha de haber enseñanza presencial, pero reducida. Que en un colegio de 20 unidades, con una matrícula ideal de 20 alumnos por aula, convivan durante 5 horas diarias 400 alumnos entraña demasiado peligro. Aumentar el número de profesores aumenta el riesgo porque es poner a los niños en demasiadas manos. Sólo debe haber un profesor para cada grupo de alumnos, excepto en las especialidades.
Nuestra propuesta es dividir cada clase en tres grupos. El primer grupo entraría al colegio y a la clase a las 9 h.. y terminarían a las 11h. Como mucho, 9 alumnos por aula. Darían materias instrumentales, aclararían dudas de la enseñanza telemática del día anterior, prepararían las actividades telemáticas de la tarde en casa, etc.
Estarían las dos horas y todos los días con el mismo profesor generalista. De 11 h, a 11,30 h. pasarían a clases de especialistas. De 11 h a 11, 30 h. se airearía la clase y limpiaría. A las 11, 30 h. entraría el segundo grupo con el mismo planteamiento. El tercer grupo asistiría a clase por la tarde con el mismo horario de actividades.
Podrá argumentarse que es un tiempo demasiado reducido, pero si se apovecha el tiempo podría ser suficiente si la enseñnza telemática en casa está bien planificada y coordinada por el maestro generalista y los especialistas. Los servicios, foco incontrolado de contagios, apenas se utilizaría.
Esto supondría un esfuerzo para el profesorado que debería ser remunerado de la misma manera que se hace con los sanitarios.
En los agrupamientos debería tenerse en cuenta el trabajo de los padres y los horarios, los hermanos que asisten al mismo colegio, las distancias desde el domicilio al centro, etc.
Lo mismo debería funcionar a nivel de Enseñanzas Medias, donde el trasiego entre las clases es permanente y el riesgo mayor.
El objetivo es evitar la masificación, al menos al principio, en todos los niveles de enseñanza y que la enseñanza presencial y la telemática en casa estén diariamente coordinadas.
Casimiro Sánchez Calderón
.gif)
