Y vinieron para quedarse

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Son las 19:55 del Martes, 23 de Abril del 2024.
Y vinieron para quedarse

Como dice el refrán: "Éramos pocos y parió la abuela". En la comarca de Sierra Madrona y Valle de Alcudia Oriental, podemos encontrar tres ríos entre otros. Dos de ellos con ecosistemas especialmente sensibles: Rio Robledillo y la parte alta del Rio Montoro. También podemos encontrar en la zona, el Rio Jándula, este mucho más degradado, por recibir aguas procedentes del río Ojailén afluente del Fresnedas, donde la refinería de Puertollano ha vertido sus aguas contaminadas durante décadas, además de las muchas explotaciones mineras de las cercanías.

 

 

 

RÍO ROBLEDILLO

 

 

 

 

 

RÍO MONTORO

 

 

Dejando aparte los problemas de este último que ya no tienen solución, nos centraremos en los otros dos (Robledillo y Montoro), estos dos ríos de montaña son dos joyas hidrológicas, que vierten sus aguas cristalinas a la cuenca del Guadalquivir. Estos ríos transcurren por valles excavados durante milenios por las ricas aguas de Sierra Madrona. Sus orillas resguardadas por unos de los últimos bosques primigenios de galería los hacen ser especialmente sensibles a las modificaciones o intervenciones humanas. En las cercanías de dichos cauces, estos ríos y riberas forman un ecosistema muy complejo, contando con muchas especies endémicas como: Pardilla Oretana o del Robledillo (Iberochondrostoma oretanum). Especie muy escasa, ha sufrido un declive de más del 80% en 10 años y su área de ocupación es menor de 10 km2. Considerada en peligro crítico de extinción.

 

 

 

PARDILLA DEL ROBLEDILLO

 

 

Pardilla del Montoro (Ibe­rochondrostoma lemmingii) o la almeja de agua dulce, catalogadas como vulnerables. En sus riberas también podemos encontrar especies botánicas de gran valor y en grave peligro de extinción como: Marsilea batardae, un helecho, con for­ma de trébol de cuatro hojas y otras muchas especies de aves y anfibios, que hoy vemos amenazadas por varios motivos.

 

 

 

PARDILLA DEL MONTORO

 

 

 

 

 

ALMEJA DE RÍO

 

 

 

 

 

HELECHO DE LAS CUATRO HOJAS

 

 

*El uso indiscriminado de herbicidas como el Glifosato, cuyo uso se ha disparado en las últimas décadas en los cultivos tradicionales y para mantener limpias las cunetas de las carreteras amenazando gravemente a los cursos de agua. Se trata de un herbicida utilizado de manera masiva en agricultura convencional con el objetivo de controlar las plantas adventicias pero cuyo uso tiene gravísimas consecuencias. Hoy conocemos otro de sus peligros: las aguas superficiales de los ríos españoles están altamente contaminados por glifosato.

 *La gran densidad de especies cinegéticas que albergan las fincas de caza, actúan sobre la vegetación de ribera, reduciendo la cobertura e impidiendo la regeneración. Además, también pueden incidir puntualmente en otros parámetros hidromorfológicos, por la acción mecánica de pisoteo en las már­genes y el lecho fluvial ocasionando procesos erosivos en las áreas de paso en las que se produce un mayor pisoteo.

 * Por último y este es el problema que más nos preocupa es la presencia de especies alóctonas que modifican las cadenas tróficas en estos hábitat tan sensibles, como pueden ser: El cangrejo Rojo Americano, el black bass (que tras la construcción de la nueva presa del montoro ya ha alcanzado su tramo alto). Y ahora hemos observado otro pez que ya ha colonizado estas aguas y que es la Perca Sol (Lepomis gibbosus). Son voraces depredadores de invertebrados, pequeños peces y sus huevos. Está considerada como una gran amenaza para las especies autóctonas. En ciertas Comunidades Autónomas se obliga al sacrificio de los ejemplares pescados. La introducción de esta especie hace peligrar las poblaciones de peces autóctonos en todas nuestras aguas. La Perca Sol se introdujo en nuestros ríos y embalses para dar satisfacción a la demanda de los pescadores aficionados y hoy en día es una auténtica plaga. Come de todo, resiste temperaturas altas y bajas y no es escrupuloso con la calidad de las aguas. Se reproducen en gran número y además defienden su puesta con agresividad. Un todoterreno, o mejor dicho un “todoaguas” americano que la ignorancia ha hecho que se vuelva contra nuestra fauna. Como ya hemos visto en otros sitios ha venido para quedarse y convertirse en la especie predominante, haciendo desaparecer a especies tan sensibles y amenazadas como nuestras pardillas.