Un ejercicio con el que las mujeres de Corral convierten la memoria en una aliada para ser más felices, para evocar emociones y volver a generar sentimientos positivos con los que reforzar la autoestima de sentirse orgullosas de vivir en su pueblo .
La pandemia interrumpió ésta sana costumbre de reunirse periódicamente para que la transmisión oral de recuerdos se plasme por escrito en un papel, por si alguna vez corresponde o es posible llevar ese documento a otro tipo de publicaciones. Reunidas en torno a una mesa, con papel y bolígrafo en mano, recuerdan cómo se vivía en el pueblo, cómo era el transporte, cómo se trabajaba en el campo, cómo se abastecían o cómo vivían cada uno de los momentos del periodo cíclico del año: Las fiestas, el trabajo, las recetas, los personajes, las anécdotas, los romances que cantaban…
Recuerdos de infancia y juventud para homenajear con la memoria a personas como Vicenta “la herrera” quien enseñó a leer y escribir a muchas de las mujeres del pueblo en un periodo de postguerra.Estampas de vecinos de fincas colindantes que se desplazaban hasta el pueblo en burros y que en las aguaderas transportaban a sus hijos, maneras de disfrutar las fiestas del pueblo, poesías que rezaban a la Patrona…Los recuerdos de buenos momentos , la felicidad triste de la nostalgia, con la que mirar por el retrovisor episodios de antaño que de no recordarse en voz alta corren el riesgo de perderse.
La Asociación de amas de casa de Corral, que nació en 1989 está formada por casi un centenar de mujeres que , han sacado adelante a su familia y disfrutan ya de una merecida tercera juventud con numerosas actividades programadas a lo largo del año e implicadas en todas las iniciativas que surgen en la localidad.
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