Muchos compañeros de viaje teatral y cultural de aquella época floreciente en Puertollano han escrito de Céspedes. Uno de ellos ha sido Manuel Valero quien en los periódicos digitales de la comarca de Puertollano y mi ciudad real ha escrito : Pablo, un teatrero genial que avivó el teatro en Puertollano como nunca antes y le diste categoría de alta excelencia con la troupe que completaba la cuadrilla de Eneas, en los años ochenteros de parrandas y derivas, algunas desastrosas. Tú eras puro paisaje humano con tu retranca y tu peculiar mismedad, eras ese tipo al que uno le pagaría una copa o ciento por el placer de decir unas cuantas tonterías juntos en busca de la piedra filosofal
Alfonso Castro llegó a escribir de pablo Céspedes: Pablo con Enea fue todo un revulsivo en la vida cotidiana del Puertollano tardofranquista. Uno y otro fueron hijos bastardos, ovejas negras de aquella etapa histórica que afortunadamente comenzaba a dar sus últimas bocanadas en medio de un panorama cultural que, sin apenas miedos por fin, imparablemente comenzaba a ser muy crítico con el Régimen, tanto en Puertollano como en el resto del país.
La compañía Enea, junto al grupo de folk Febo, la Asociación Cultural Cine Club Ecuador y la Librería La Mancha, fueron las puntas de lanza, que recuerde -y que me perdonen quienes también reunieran méritos para estar incluidos en este grupo excelso-, de aquella contestación cultural o contracultural local al último franquismo.
Contestación paralela y complementaria a la que llevaban a cabo en Puertollano a favor del advenimiento de un régimen democrático organizaciones políticas y sociales como PSOE, UGT, COOO, Partido Comunista, Partido del Trabajo, ORT, Joven Guardia Roja y CNT.
Pablo Céspedes y su grupo escénico tuvieron la chance de nacer y estar precisamente en el sitio adecuado, a la hora idónea y convenida; tirando del carro teatral en algunas de sus variantes más pertinentes y comprometidas de entonces, como fueron los clásicos reflexivos, el teatro social/reivindicativo y la vanguardia contracorriente.
Serían del orden de una quincena, aproximadamente, los montajes con los que Enea se paseó con frecuencia por nuestra querida Mancha, llegando incluso en ocasiones a otros territorios del país, en un ejercicio encomiable de amor al Arte,
Y María Luisa Gallardo, también ensalzó la figura de Céspedes ..:
Era tanto teatro el que destilabas que parecías un personaje de autor siendo tú mismo, con tus gafas de pasta, tu personal histrionismo que convertías en asombro cuando te creías el ingeniero de la hipérbole sobre tu bohemia crónica, tu militancia nocturna, tu resistencia cultural, tu estado de gracia incluso en la desgracia, tu entropía manifiesta a lo largo del discurso de tu vida, tu barba canosa de escritor bendito
Pablo de Luna, tu barba perfumada de incienso como bosques de los tristes trópicos, enigmático Pablo hasta donde alcanza mi memoria, los años magos, la chistera donde tus manos acariciaban palabras de buhonero ¡voilá! y salía una paloma trapecista que sobrevolaba el escenario, la vida.
Caricato de la media legua, tú sí que sabias encender el fuego de la divina comedia, dirigir las ascuas revoltosas y convertirlas en un mar farandulero de azúcar y canela, creando olas inmensas que arribaban a este falso puerto sin cornamusas.