La mayoría sin juicio, sin antecedentes y muchos por el simple hecho de dormir en la calle. Carecen de asistencia legal, nadie sabe que están allí y lo peor de todo es que comparten celdas con adultos acusados de delitos de sangre o violencia sexual.
Los niños, niñas y jóvenes que son privados de libertad ven cómo sus derechos son violados sistemáticamente. Son tratados como delincuentes cuando lo que necesitan es apoyo y asistencia social. De ello habla el documental titulado LIBERTAD que será proyectado en el Auditorio municipal de Puertollano este martes a las 19 horas y sobre el que hemos hablado en la entrevista concedida a COPE PUERTOLLANO el salesiano misionero Jorge Crisafulli.
La prisión de Pademba, la cárcel de la capital de Sierra Leona, es sólo un ejemplo del trabajo que los salesianos misioneros realizan con menores y jóvenes en otras cárceles del mundo. Un trabajo que consiste en transformar a los jóvenes a través de la educación.
Jóvenes, chicos y chicas que están en la cárcel en muchos casos por simplemente vivir en la calle. Significa que deambular por la calle de noche, sin rumbo ni destino fijo te convierte en un potencial delincuente. La primera vez la policía te avisa, pero la segunda vez te encarcela directamente, sin pasar por un tribunal y la pena es entre siete meses y un año de prisión. Si el menor sale de la cárcel y lo encuentran nuevamente deambulando por la calle sin rumbo fijo, el crimen se transforma en Frequency (frecuencia) y la pena conlleva dos años de prisión. “Entre las pandemias de ébola y de coronavirus, en la actualidad hay más de 300.000 menores huérfanos en el país que viven, duermen y mueren en la calle. Y solo hay una manera de parar esta situación, mediante la prevención. Y la prevención se consigue dando Amor, “porque el Amor es la única manera de transformar el mundo” decía en la COPE el misionero Jorge Crisafulli.
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