Reducir de manera racional el número de fármacos administrados al paciente polimedicado con el fin de eliminar los efectos secundarios y a la vez mejorar su calidad de vida al tiempo que se reduce el gasto derivado al SESCAM, son los objetivos que persigue este Plan que lidera el jefe médico de la residencia, Eduardo Martínez Litago, junto con las enfermeras Ana Romero Ruiz, Arancha León Pavón y Virginia González Gijón.
La experiencia se está realizando sobre una población de sesenta ancianos residentes en el centro sociosanitario de la red concertada comprendidos entre los 60 y los 100 años ( 11 hombres y 49 mujeres) .
Se trata en todo caso, de personas que por la cronicidad de las patologías que padecen habían sido vistos por diferentes especialistas, que a su vez habían recetado diferentes medicamentos hasta llegar a la polimedicación. El Plan ha conllevado hacer un estudio pormenorizado a cada residente hasta adaptar la reducción de los fármacos a la situación de cada paciente. “El resultado final es eliminar los efectos secundarios de los fármacos en pos de la calidad de vida del residente”.
Los medicamentos retirados son para la demencia, protectores de estómago, antiagregantes, psicofármacos, analgésicos o anticolinesterásicos entre otros. El doctor Martínez Litago ha destacado la disposición y profesionalidad de las enfermeras para llevar a cabo este Plan en el que “ellas juegan un papel importantísimo a la hora de detectar cualquier problema que aparezca durante los cuidados de los pacientes”
En el análisis final de las enfermeras de la Residencia Hogar de Argamasilla, según se recoge en un estudio publicado, en el que también ha participado la enfermera Diana Ballester Lillo, se indica que la desprescripción de medicamentos ha supuesto para los residentes , respecto a seis meses atrás antes de iniciar el proceso, una reducción hospitalaria de los pacientes, una disminución de caídas y una mayor autonomía para realizar actividades cotidianas ( índice de Barthel).
Por otro lado, la reducción en la toma diaria de medicamentos a una persona que se le administran más de una docena de fármacos, “ya supone un alivio y una mejora sin que se complique su diagnóstico clínico” señala el Dr.Martinez.
En otro orden de cosas, en el estudio realizado se ha podido verificar el ahorro económico anual que la implantación de este proceso ha supuesto para el SESCAM, que asciende a 27.458,88 euros por los medicamentos desprescritos a los 60 pacientes de la residencia de Argamasilla. (El 90 % del precio de los medicamentos son sufragados por el SESCAM y el 10 % por los pacientes).
Para el director de la Residencia Hogar de Argamasilla David Morales Espadas es un “orgullo dirigir un Centro que cuenta con unos profesionales que se superan día a día en el trabajo realizado”. Por otro lado, “estar en la vanguardia de las propuestas realizadas por la gerencia del área sanitaria de Puertollano es una motivación para ir mejorando día a día” ha añadido.
Morales Espadas resalta la mejora en la calidad de vida obtenida en los residentes sometidos a este Plan, “que han conseguido un envejecimiento activo, no solo en las actividades diarias, sino en sus tratamientos y diagnóstico clínico”.
El Plan de uso racional del medicamento que de manera pionera se ha puesto en marcha en el centro privado de la Residencia Hogar de Argamasilla de Calatrava, fue diseñado por una docena de profesionales a instancias de la gerencia del Hospital de Puertollano, dado que, en esta área sanitaria existe el mayor índice de polimedicados de Castilla la Mancha . El doctor Martínez Litago, que a su vez es jefe de sección de medicina interna del área sanitaria de Puertollano lo ha puesto también en marcha en los centros de atención primaria “que es por donde pasan la mayoría de las recetas” y donde principalmente se lleva a cabo el cuidado del paciente a través de las enfermeras. En el área pública se acaba de poner en marcha, y habrá que esperar para comprobar resultados.
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