Es indiscutible la función de servicio que ofrecen en los pueblos las pequeñas tiendas de alimentación, los bares y otros servicios de proximidad. Tiendas que hacen que la cotidianidad de los vecinos sea más cómoda. Hoy, en nuestra ruta por los pequeños comercios de los pueblos, hacemos parada por gentileza de la Diputación provincial de Ciudad Real en Mestanza (Reportaje de radio emitido en COPE Puertollano en archivo/Podcast adjunto).
Mestanza está a 16 kms de Puertollano, que es de origen árabe. Se dice que los árabes construyeron una mezquita alrededor de la cual se fue construyendo el pueblo en siglo VIII. A partir de la Edad Media, con la Orden de Calatrava, esta zona se convirtió en la gran dehesa Real donde pastaban los rebaños de la Mesta. Aún hoy día muchos rebaños procedentes del norte de Castilla vienen a pastar en invierno a su término municipal. De ahí, el escudo de Mestanza, la Cruz de la Orden de Calatrava, el carnero y la oveja. Mestanza forma parte de los municipios del Parque Natural del Valle de Alcudia y su Ayuntamiento engloba la Aldea de Solanilla del Tamaral y El Hoyo.
En el recorrido que hacemos por el municipio no detenemos en la panadería Ruiz que fundó en 1929 Francisca Buendía, conocida y recordada como Quica La Hornera, que para poder obtener ingresos y dar de comer a sus cuatro hijas, tuvo que montar un horno panadero en la calle del Charco tras quedarse viuda, (su marido falleció a resultas de la silicosis contraída en las minas de plomo que se explotaban a principios del siglo anterior en Mestanza ).
La panadería pasó de manos y tras varias generaciones ha llegado hoy día a David y su mujer Mari Luz, que regentan hoy día la panadería de Mestanza, situada en la calle Real. El maestro panadero de David es su padre José María que sigue madrugando con su hijo para elaborar la tradicional hogaza redonda de miga prieta y corteza gruesa o el tradicional pan moreno: Pan de miga hueca al que dan tres cortes en forma de triángulo antes de meterlo en el horno. Hay quien llama a este pan ”pan de cogote de zorro”.
David Ruiz en lugar de buscar trabajo fuera de su pueblo ha decidido continuar con el negocio familiar, un negocio de esos en los que se sigue apreciando a través del olfato, la vista y el gusto la receta, de esas de toda la vida, en sus productos, panes y dulces caseros.
Mestanza cuenta con otra tienda, la de Felisa y Ramón que tiene pescado, fruta, carne, hay de todo.
Además, dos días en semana, los martes y los viernes, hay mercadillo con variedad de puestos y la localidad tambien con algún que otro bar donde "echar un rato" con los amigos mientras tomas un café o una caña.
Los pueblos pequeños como Mestanza sobreviven gracias a algunos emprendedores “valientes” que mantienen abiertos negocios que aportan a los vecinos necesidades consideradas básicas. Autónomos, que de no existir complicarían la vida a sus convecinos. Tiendas de pueblo que están ahorrando viajes y desplazamientos a sus vecinos para comprar algo tan sencillo como una botella de detergente, fruta o unos filetes para la cena. Profesionales autónomos con vocación de servicio como reconoce y valora su alcalde Santiago Buendía
Aunque sólo sea por la atención personalizada que ofrece el tendero o dependiente, por el trato cercano, por la calidad y garantía en los productos, aunque solo sea por eso, ya es más que recomendable apostar por el pequeño comercio. Pero es que además comprar en las tiendas de tu pueblo mejora la economía local.
Puedes escuchar el reportaje pinchando abajo.
Fuente: La Voz de Puertollano
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