Sin embargo, “como el número de baterías de ion litio existente en el mercado es tan elevado y está en crecimiento, es normal que los incidentes resulten impactantes y preocupantes”, sostienen estos dos ingenieros industriales que han elaborado un estudio al respecto.
En su opinión, las baterías de ion-litio constituyen una tecnología avanzada de baterías que ofrece multitud de beneficios, como la relación energía almacenada y tamaño o peso de la batería, inexistencia del “efecto memoria”, mayor velocidad de recarga, menor nivel de autodescarga y vida útil más larga. De ahí que se empleen, de manera generalizada, en todo tipo de aparatos eléctricos y electrónicos, principalmente en vehículos eléctricos, scooters, bicicletas eléctricas, patinetes, etc.
No obstante, cuentan con una importante desventaja, relacionada con su seguridad. Las baterías de ion litio tienen una gran capacidad para producir graves incendios y, sobre todo, gran dificultad para lograr la extinción de una batería incendiada. “Las dificultades con que se encuentran los servicios de emergencia para la extinción de una batería, una vez incendiada, es el aspecto que más debería preocupar”, consideran Gómez-Cano y Vigara, que insisten en que, para intervenir con éxito y evitar daños personales, “los servicios de emergencia deben recibir una formación y entrenamiento específicos”.
Una batería de ion litio incendiada es complicada de extinguir por métodos convencionales porque no precisa de la participación del oxígeno del aire para su inicio y desarrollo, ya que el oxígeno se encuentra disponible en las sales que forman parte del electrolito. Actualmente, “el único método eficaz es la refrigeración de la batería y la lenta eliminación de la energía atrapada. De hecho, los equipos de intervención (bomberos) suelen trasladar los vehículos eléctricos incendiados a parques que disponen con tanques de agua salada, dónde los sumergen. Y, aun así, se han dado casos de reincendios o explosiones en vehículos eléctricos incendiados y “apagados”, varias semanas después de su retirada”, subrayan los vocales de la Comisión de Protección Contra Incendios del COIIM.
Para abordar esta cuestión, los ingenieros industriales también sugieren establecer procedimientos concretos, directrices y herramientas relacionadas para los intervinientes en las emergencias.
Por último, en su estudio, Incendios causados por baterías de ion-litio, Gómez-Cano y Vigara proponen a los fabricantes de baterías y cargadores que extremen la calidad de los procesos de fabricación y certificación de las baterías y de los cargadores.
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