El método legal por el que se rigen estos asentamientos es el denominado CER, basado en la captura, esterilización y retorno a su comunidad, con el fin de reducir el número de gatos, así como la calidad de vida de los mismos. El documento actual por el que se rigen, según los populares “no se adapta a la realidad del problema y ha ocasionado más desencuentros que encuentros, siendo de vital importancia ajustarse a la realidad para que pueda resultar del todo eficaz”.
La problemática con la que se encuentra esta asociación “es la subvención recibida, ridícula cuanto menos, y que además reciben tarde, salvo este año electoral”.
La situación de esta asociación es denigrante, ya que han solicitado poder atender ellos mismos con torvas de comida, limpieza y refugio en zonas valladas municipales y se les ha denegado.
“Una brillante idea es el carnet de voluntario de colonia felina, que ya está funcionando en la localidad. Una acción basada en el voluntariado, exenta de formación por parte del ayuntamiento, dejando al criterio del voluntario el tratamiento y alimentación de la colonia y que está llena de vacios legales, y traspaso de las obligaciones de un ayuntamiento a los voluntarios”, han denunciado.
“Una acción que si sería de gran ayuda, es la señalización de las colonias y sitios de refugio, para que estén identificados y todos los ciudadanos sepamos dónde se encuentran y facilite la labor de protegerlos”, aseguran los populares.