Calderón fue presentado por el periodista Íñigo Crespo, en una noche que también contó con la participación del alcalde José Lozano y del presidente del Club Taurino ‘Almodóvar’, Carmelo García, quien reconoció la imprescindible labor del Ayuntamiento en el fomento y el creciente interés que viene viviendo la fiesta de los toros en la localidad.
El aludido, que completó la mesa de oradores, resaltó la importancia de la feria taurina como emblema cultural y turístico del municipio y reiteró el compromiso consistorial con la tauromaquia y el apoyo al trabajo conjunto con el Club Taurino 'Almodóvar' y la familia Cutiño y Arenas de San Nicasio, para seguir ofreciendo festejos de tan alta calidad.
“Nuestro objetivo es seguir promocionando Almodóvar a través de nuestra feria taurina y nuestros encierros, porque son un símbolo de identidad para nuestra localidad”, señaló Lozano, quien agradeció también al edil de Festejos, Roberto Donoso, la apuesta por eventos de primer nivel y de referencia en el panorama taurino provincial y regional.
Por su parte, Íñigo Crespo, periodista y firma de referencia del digital especializado Mundotoro.com así como escritor, elogió toda esta gestión en torno al mundo del toro, destacando cómo Almodóvar del Campo ha ganado reconocimiento en prestigiosos medios de comunicación nacionales gracias a los carteles que se organizan, en “una apuesta por la tauromaquia que es también una apuesta por Almodóvar”, afirmó.
Ramón Calderón, quien recordó cómo su primera visita a las Fiestas de Septiembre se alargó inesperadamente a tres días por la hospitalidad de los almodovareños, hasta el punto de que “vine sin maleta, con la idea de pasar unas horas, pero me quedé tres días disfrutando del ambiente, de los Encierros y de las verbenas”.
También de su feria taurina de la que, admitía el ex presidente merengue, “es una de las mejores de España dentro de su categoría” y, elogiando a Pepe Cutiño, nuevamente presente anoche en el Teatro almodovareño, por su labor empresarial y su empeño en situar a Almodóvar del Campo en el mapa taurino.
Uno de los momentos más sentidos de esta segunda velada llegó cuando Calderón habló de su relación con el inolvidable Paquirri, a quien consideraba un amigo cercano y cuya trágica muerte en Pozoblanco dejó una profunda marca en su vida, porque esta amistad no solo se basó en el respeto mutuo, sino en una relación de plena confianza.
No en vano, este prestigioso abogado de profesión, ayudó al torero en asuntos profesionales y pudo aconsejarle en no pocos personales, compartiendo el sentir de cómo Francisco Rivera Pérez, veía en las fincas que adquiría todo un refugio y una forma de asegurar el futuro de su familia.
Ramón explicó cómo la muerte de éste, su gran amigo, le hizo valorar aún más el sacrificio de los toreros, resaltando la valentía que supone asumir el riesgo de perder la vida en el ruedo. “El toro mata; en los toros se muere de verdad”, subrayó varias veces, recordando que esa tragedia le llevó a ser albacea de la herencia de Paquirri.
Las complejas gestiones que se prolongaron durante años, aseguraron finalmente un reparto justo de la herencia entre los hijos del torero, Francisco y Cayetano, también herederos de la profesión de su padre y con quienes conserva afectos, además de una muy alta estima recíproca, algo de lo que se siente feliz.
Otro de los temas abordados por Calderón fue la situación actual de las retransmisiones de televisión en el mundo taurino, aspecto que considera crucial para la supervivencia de la fiesta, hasta el punto de que, en su época como socio en la empresa de la plaza de Las Ventas, la participación de este medio fue decisiva para asegurar la viabilidad económica.
“Lo que no se ve en televisión, parece que no existe”, comentó el invitado de la noche, para aseverar que la difusión de las corridas en medios audiovisuales contribuye a mantener el interés y a asegurar el futuro de los toros, pero en la actualidad la situación es compleja por la disminución de ingresos de las televisiones y el auge de la piratería.
De ahí que expresase el deseo de “ojalá todos los actores de la tauromaquia puedan sentarse y llegar a un acuerdo para mantener estos ingresos”, abogando por una colaboración que permita repartir de forma justa los beneficios de las retransmisiones entre toreros, ganaderos y empresarios.
Respecto de la etapa como miembro de la sociedad gestora de Las Ventas, junto a José Antonio Chopera, explicó su afán por modernizarla, por mejorar la comodidad de los aficionados en un entorno que, por tradición, arrastraba estructuras arcaicas, algo para lo que veía necesario una evolución que se acercase a estándares de otros espectáculos modernos, introduciendo conceptos como el ‘photocall’ o las zonas VIP en la propia plaza.
Calderón compartió también recuerdos de su época como presidente del Real Madrid, comparando los valores del toreo con los del deporte profesional y de cómo, en el caso del toreo, el riesgo imprime un carácter único a la profesión, algo que él siempre valoró desde su infancia en Palencia, donde su abuelo era propietario de la plaza de toros.
A su juicio, tanto en el toreo como en el deporte, el trabajo constante y el sacrificio son esenciales para alcanzar el éxito y su experiencia en ambos mundos le ha enseñado que la pasión y la disciplina son pilares que sostienen no solo las victorias, sino también el respeto y la grandeza que rodean tanto al Real Madrid como al mundo taurino.
Señaló que tanto los futbolistas de élite como los toreros más entregados poseen un talento excepcional, aunque se enfrentan desafíos distintos, haciendo hincapié en que si “el torero se juega la vida, el jugador de fútbol lucha por meter el balón en la portería”, dijo, reiterando ese riesgo inigualable que asumen quienes saltan al albero cada tarde.
Y cuando se le pidió decir un cartel taurino ideal, Ramón Calderón destacó figuras como José Tomás, a quien considera una referencia de clasicismo, junto a otros toreros actuales de gran mérito y arte, expresando su admiración por Morante de la Puebla como torero que encarna la pureza y “hace cosas en el ruedo que nadie más puede hacer”.
Para finalizar, Calderón agradeció a los asistentes su cálida acogida y se comprometió a regresar a Almodóvar del Campo en sucesivas ediciones de su feria taurina, pues “este pueblo, su gente y su amor por los toros me han ganado; aquí me tendréis siempre que pueda venir”, concluyó, con un sincero sentimiento de gratitud.
Esta noche, también a las 20,30 horas en el Teatro Municipal y con entrada libre, comparece Juan José Padilla, uno de los toreros más carismáticos y admirados del panorama taurino que va a ser presentado, moderando a continuación el coloquio, por el periodista deportivo y aficionado taurino Roberto Gómez, amigo del ponente.