Los puertollaneros encajaban dos goles en cada parte y tras el segundo tanto del cuadro socuellamino se dejaron llevar y acabaron siendo goleados en lo que no deja de ser un test de pretemporada que servirá para seguir corrigiendo errores y aprender para llegar en óptimas condiciones al arranque de competición oficial
Por Fernando Romero
Socuéllamos y Calvo Sotelo jugaban en la noche del sábado por alzarse con el trofeo Copa Diputación que finalmente se llevaba el cuadro socuellamino tras golear a un Calvo Sotelo que compitió lo mejor que pudo y supo pero que acabó cayendo fruto de errores individuales y notando los pocos efectivos con los que viajó para disputar la final.
Pese a que el partido empezó vibrante con ocasiones para ambos conjuntos, la eficacia de cara a puerta la mostró el Socuéllamos, que se marchaba al descanso con un clara ventaja de 2-0 que ya le puso el partido muy cuesta arriba al Calvo Sotelo que entrena Fernando Lominchar. Ese segundo tanto hizo que los los puertollaneros bajaran los brazos viendo que la final se le escapaba ante un equipo de superior categoría.
En la segunda parte, típico carrusel de cambios, minutos para todos los jugadores y dos tantos más del Socuéllamos que cerraban el marcador en un claro 4-0 que, pese a todo, permitió sacar conclusiones positivas al míster del Calvo Sotelo, que tras el encuentro reconoció que había sido un duro golpe por el resultado pero que “a pesar de las bajas el equipo ha competido, sobre todo hasta el segundo gol”, apuntando que es el momento para cometer esos errores que le condenaron porque hay tiempo para trabajar y mejorar en todos los aspectos y poder llegar, de este modo, en las mejores condiciones cuando arranque la liga. No se olvidaba Lominchar de la afición, agradeciendo “a los que se han desplazado aquí para animarnos y pidiéndoles apoyo para generar esa sinergia que es tan necesaria para el los jugadores”, apuntaba Lominchar que, en el cómputo global de pretemporada está “contento en líneas generales”.