A los puertollaneros les faltó fe para conseguir la victoria que retrasara su descenso y acabó perdiendo la categoría ante su afición ante un Alzira muy eficaz de cara a gol que fue mejor en la segunda parte y que fue el equipo que acabó dando la puntilla al Calvo Sotelo que ya empezará a ponerse manos a la obra para pensar en recuperar la categoría perdida cuanto antes
Por Fernando Romero
Descenso consumado. La crónica de una muerte anunciada. Punto y final. Son muchos los titulares que podrían resultar válidos para la crónica del partido que esta tarde ha disputado el Calvo Sotelo en el Cerrú ante la UD Alzira. Se empezaba esta jornada sabiendo que la derrota condenaría al cuadro azul a Tercera División. Antes o después tenía que ser. Aunque las matemáticas no lo confirmaran, las cuentas no salían. La tarde de este 24 de Abril quedará tristemente señalada como la del descenso matemático de categoría.
DOS PARTES DIFERENCIADAS Y DOLOROSO PITIDO FINAL
Ante el conjunto valenciano, el Calvo Sotelo fue mejor en la primera parte, sobre todo en la primera media hora, llevando el peso del partido y disponiendo de las mejores ocasiones, pero la falta de acierto hizo que se llegara al descanso con el marcador inicial en el electrónico.
Cambiaron las tornas en la segunda parte. El Alzira fue quien se hizo con el control del partido y disponía de llegadas que serían la antesala del primer tanto, obra de Belizón en el minuto 62. A diferencia de otros partidos, la reacción del Calvo Sotelo fue rápida. Un minuto tardó Iván Limón en poner el empate tras centro desde la banda izquierda. Un empate que sería un espejismo ya que los azules lo intentaban con corazón pero la eficacia y, casi sentencia del partido, la puso la UD Alzira. En el 69, un mal disparo lejano acababa siendo un pase perfecto a Coscia que pasaba por allí para poner el pie lo justo y mandar el balón a la escuadra de la portería de Simón Ballester. Pese a los intentos azules por lograr el tanto del empate, no hubo suerte. Y eso que un remate de Lucas acababa con toque de Wilmer en fuera de juego invalidando el remate de cabeza anterior. Con todos los jugadores del Calvo Sotelo en área visitante (incluido el portero), llegaba un despeje del Alzira que, tras carrera de Zarzo, solo tenía que tocar lo justo para mandar el balón al fondo de la red y anotar el 1-3, señalando el colegiado el final del partido. Un pitido final que era el sonido más desagradable que los puertollaneros podían escuchar. El pitido que significaba que el Calvo Sotelo era, de manera matemática, equipo de Tercera División.
ADIÓS A SEGUNDA, ESPERANDO EN QUE SEA UN HASTA PRONTO
Se abre una nueva etapa, una nueva era. Llega el momento de asimilar de manera definitiva lo que se veía venir teniendo en cuenta los resultados que los azules han ido cosechando a lo largo de la temporada. Toca terminar la temporada con toda la dignidad que exige defender el escudo de un equipo de la ciudad de Puertollano. Y toca pensar en preparar la siguiente temporada, sabiendo qué ha salido mal, el por qué, y recuperando la ilusión para hacer un proyecto que vuelva a ilusionar a la fiel parroquia azul para que el descenso de categoría no sea un adiós, sino un “HASTA PRONTO”.