En el día de fiesta del baloncesto en Puertollano, los de Gran Canaria ganaron por tres puntos a Unicaja en un partido en el que el resultado era lo de menos para una localidad volcada con el deporte de la canasta y que volvió a responder con creces al evento deportivo por excelencia cada año
Por Fernando Romero
El sábado deja una dulce resaca en Puertollano gracias, una vez más, al enorme partido de baloncesto que se pudo disfrutar en el pabellón Luis Casimiro. Si me apuran, no tanto por el juego en sí, que ya de por sí es algo del máximo nivel, sino por el ambiente que se pudo respirar en la ciudad y, de manera muy especial, en el pabellón puertollanero. Una vez más, se quedó pequeño. Tan pequeño, que solo los más rápidos, decididos y amantes de este deporte pudieron disfrutar. Queda demostrado que toca dar un salto hacia el pabellón Antonio Rivilla, donde no huele tanto a baloncesto pero ofrece más posibilidades para acoger un evento de estas características.
En la noche de este viernes, Unicaja Málaga y Gran Canaria volvieron a hacer las delicias de un pabellón donde no cabía un alfiler. Volcados con tanta estrella, los asistentes dibujaban una sonrisa en cada jugada que veían. Un partido que dejó un marcador al descanso de 29-32 para los de Gran Canaria y, la misma renta de tres puntos cuando la bocina del pabellón anunciaba el final del encuentro (72-75). La igualdad en el marcador estuvo presente durante todo el partido, lo que hizo que el choque fuera apasionante. Al final, Luis Casimiro se quedó sin su trofeo, pero se llevó, como cada año, el reconocimiento de toda una ciudad, representada por los asistentes al partido, que seguro llevará en el corazón. No dejes nunca el baloncesto, querido Luis. Sin saberlo, representas muchos de los valores de esta ciudad. Y, lo más importante, los llevas allá donde vayas. Por eso, en casa sitio que estés, allí estará Puertollano y tu gente.
GRAN DESPLIEGUE Y TRABAJO
Mención especial a todos los que hacen posible este evento, desde el Basket Atlético Puertollano hasta el Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Puertollano. Sin dejar, por supuesto, al gran protagonista del evento: Luis Casimiro. La fidelidad a sus raíces y su humilde forma de ser (pese a su grandeza) hacen que, cada año, Puertollano sea sede de un partido del más alto nivel... Parece fácil, pero el duro trabajo de unos pocos hace que sean muchos los aficionados que pueden disfrutar de la magia del baloncesto en una ciudad que, una vez, demostró estar a la altura. Mientras ustedes sonríen al recordar cada imagen que les dejó el partido, otros rezamos para que haya quinta edición. Hasta rogamos que, este grupo de gente que hace posible este tipo de eventos, no dejen nunca de trabajar por darnos este inmenso regalo, llamado BA-LON-CES-TO.
Eso sí, una última petición: Este deporte sigue en Puertollano. Desde su lado más humilde, desde su base, donde el trabajo para cubrir los costes de una temporada también es inmenso. No se verán jugadores de tanta altura y corpulencia física, ni esa eficacia... Pero sí se puede disfrutar de unos gladiadores que se dejan la piel por defender, con orgullo y dignidad, los colores de una ciudad. Son los chicos del Basket Atlético Puertollano. Los mismos que, el año que viene por estas fechas, les pueden hacer disfrutar de dos equipos del más alto nivel...