Santiago Cañizares presume de orgullo puertollanero en la presentación de “Cañete, mucho más que un gran portero”

Por Fernando Romero

Distendido, cercano, tranquilo, feliz… como en su casa. Así se mostraba Santiago Cañizares en la presentación de su libro “Cañete, mucho más que un gran portero”. Un acto sencillo que estuvo rodeado de un aura de empatía que se palpó desde el primer momento. Un acto que eligió, como centro, el mejor escenario que podría ser utilizado, la “antigua Casa de la Cultura”. Un centro que las generaciones más jóvenes desconocen, pero que para los de “su generación” fue centro de estudios y de referencia que sin duda no olvidan. Arropado por sus padres, su pareja y buenos amigos, se notó que el de Puertollano se sentía cómodo. Su sonrisa lo delataba. Estaba bien, con el calor de su público. Jugaba en casa, y nunca mejor dicho.

Prueba de ello es que, durante muchos momentos de la presentación, el puertollanero desveló relatos del libro que contaron con la “reprimenda” (en tono jocoso) de uno de los autores, César Toldrá: “Estás contando lo que pone en el libro”, a lo que el puertollanero respondió con un “tranquilo, los que están aquí van a comprar el libro”. Y es que “Cañete” estaba disfrutando de su momento, ante su gente, en su pueblo natal. Porque como él mismo reconoció “nací en Madrid por sorpresa, pero yo soy de Puertollano”. Es por ello por lo que “exigió” que su libro tenía que ser presentado en Valencia y en la localidad minera.

UNA VIDA CON CONTINUOS “DIENTES DE SIERRA”

El de Puertollano dejó claro en la presentación que “quiero trasladar en este libro que nada me ha resultado fácil, ya que los sucesos en mi vida han sido constantes y porque mi vida ha estado marcada por continuos dientes de sierra que he tenido que ir gestionando, y creo que he sabido superar tanto éxitos como fracasos”. No pudo evitar dedicar gran parte de su presentación, como no podía ser de otro modo, a su infancia, donde “lo pasé bien”, al tiempo que reconocía que sus primeros años de vida estuvieron marcados por los valores que le transmitieron sus padres y en los Salesianos. Valores que le fueron forjando y que también debe al judo, “que es un deporte menos medíatico pero que me enseñó mucho y me sirvió en mi carrera en el mundo del fútbol”. Todo lo que fue consiguiendo fue en gran parte gracias a su esfuerzo, ya que “en casa nunca conocí la pereza”, añadiendo que “me exigí tanto en mi etapa profesional que muchas veces pienso que no lo disfruté lo que debería”.

Dentro de ese apartado de la infancia, a Cañizares le resultó imposible no reiterar su agradecimiento al Colegio Salesiano, apuntando que “como es normal en esa edad, jugaba en todas las posiciones, pero todos me decían que como portero era muy bueno, era el mejor”. “De hecho, había jugadores mejores que yo, con más calidad, lo que pasaba es que se cuidaron menos”, añadía entre risas. Y de ahí al resto de su trayectoria deportiva de sobra conocida, destacando como anécdota que “antes de estar en el mundo del fútbol tenía dos licencias, en ciclismo y en judo, deporte éste último que para mí fue fundamental”.

EL PARTIDO ESPAÑA – DINAMARCA, ENTRE SUS PUNTOS DE INFLEXIÓN

Hubo tiempo para que Santiago Cañizares hablara de sus momentos más exitosos y de puntos de inflexión que han marcado, para bien y para mal, su vida. Entre ellos, su estancia en “Vigo, donde a la gente le caí bien y me lo pusieron muy fácil, porque cuando fallaba me decían pobrecito, es muy joven, y cuando acertaba me decían que era el mejor portero que podían tener”. No faltó en la cita de este viernes el recordatorio de aquel partido entre España y Dinamarca, que algunos vimos con orgullo puertollanero en Ciudad Real en la etapa de estudiante universatario. Cañizares relataba que “en el minuto diez, Zubizarreta era expulsado y tuve que salir yo y reconozco que fue uno de los mejores momentos de mi vida y que me ayudó muchísimo en mi carrera”. Aquel partido, con el gol de Hierro de cabeza, supuso la clasificación para el mundial y un impulso grande en su carrera como portero. Un partido que marcó, entre otros, uno de los puntos de inflexión en su vida, sin olvidar ese capítulo que marcó su vida cuando su hijo, de cinco años, fallecía de cáncer infantil.

Y es que Cañizares, consciente de ello, sabe que marcó una época en el deporte español. Y que, por supuesto, ha sido referente para las generaciones que tuvieron, o tuvimos, la oportunidad de seguir su carrera deportiva. Una generación que entiende como él un estilo en el fútbol alejado, por ejemplo, del fútbol que practica al actual selección española, a la que ve con opciones porque “a los que son peores les debe ganar, y a los que son iguales o superiores, les incomoda tener que correr detrás del balón, que es el juego que propone la actual selección española, y eso les puede beneficiar”.

LOS AUTORES VAN MÁS ALLÁ DE LA PARCELA DEPORTIVA

Tanto César Toldrá como Alfonso Gil, autores del libro, destacaban durante su intervención que han querido ir más allá del Cañizares futbolista. De hecho, Toldrá empezaba apuntando que “destaca más por sus facetas fuera del fútbol” y lo definía como “un amante de la naturaleza por encima de todas las cosas”, añadiendo que “tiene una parte familiar que le marca mucho, primero como hijo y luego como padre de siete hijos”. Finalizaba César Toldrá apuntando que “la vida de Santiago Cañizares es una montaña rusa, pero la ha sabido gestionar”, destacando del puertollanero que “da lo máximo en todo lo que hace”.

Por su parte, Alfonso Gil, destacaba “el empeño de Cañizares en presentar el libro en Puertollano” al tiempo que desgranaba las partes que contiene el libro, con “una primera parte familiar, centrada en su infancia, una segunda parte basada en su carrera futbolística y una tercera con su planteamiento personal y profesional al abandonar el mundo del fútbol”. Gil agradecía la colaboración de muchas personas que “con sus testimonios han hecho posible la realización de este libro” y apuntaba que “se ha escrito tras muchas conversaciones con Cañizares durante muchos años”. Un libro con prólogo de Iker Casillas y epílogo de Fabián Ayala que ha sido posible gracias, por supuesto, “al entusiamos del protagonista, de Santiago Cañizares”.

ADOLFO MUÑIZ APUNTABA A CAÑIZARES COMO UN REFERENTE

El último en intervenir era el alcalde de Puertollano, Adolfo Muñiz, quien destacó en una breve pero acertada intervención que “Cañizares es un orgullo para nuestra ciudad, siempre has sido un referente, pero no solo como deportista, sino un referente de vida y de esfuerzo, ya que has demostrado ser una persona apasionada y llena de humanidad”, apuntaba el alcalde.

(En el siguiente vídeo se puede ver a Santiago Cañizares en su canal de youtube contando su experiencia en el partido España - Dinamarca disputado en Sevilla y que valió la clasificación para el Mundial)