Antonio Vargas Heredia es una de las coplas más versionadas del cancionero popular. Preciosa zambra del repertorio nacional que parece inspirada en el poema de Lorca “Antonio el Camborio”, y que ha sido versionada por intérpretes tan distintos como Sara Montiel, Rocío Jurado, Carlos Cano, Serrat o Plácido Domingo.
Es una canción compuesta en 1938 por Joaquin de la Oliva y Juan Mostazo para la película Carmen la de Triana e interpretada por Imperio Argentina, que también protagonizó la película. Película que fue dirigida por Florián Rey con guión inspirado en la obra de Merimée y rodada en Berlín en español y alemán. Allí, la coproducción se estrenó bajo el título de "Andalusische Nächte".
La película cuenta que ella se colaba de vez en cuando en el Cuartel de los Dragones para llevarle tabaco a su amado Antonio, que estaba en prisión. Durante el tiempo que duró la condena, la protagonista se enamoró de un brigadier. Cuando salió de la cárcel la tragedia de celos estaba servida. Finalmente, el torero Vargas Heredia muere en el ruedo tras recoger del albero un clavel lanzado por la traicionera Carmen.
La letra de la copla también tiene que ver con la pasión, los puñales, los celos y la venganza:
Con un clavel grana sangrando en la boca,
con una varita de mimbre en la mano,
por una verea que llega hasta el río
iba Antonio Vargas Heredia, el gitano.
Entre los naranjos la luna lunera
ponia en su frente su luz de azahar
y cuando apuntaban las claras del día
llevaba reflejos del verde olivar, del verde olivar.
Antonio Vargas Heredia,
flor de la raza calé
cayó el mimbre de tu mano
y de tu boca el clavel,
y de tu boca el clavel.
De puente Geni a Lucena, de Loja a Benamejí,
de Puente Geni a Lucena, de Loja a Benamejí,
las mocitas de Sierra Morena
se mueren de pena llorando por ti.
Antonio Vargas Heredia
se mueren de pena llorando por ti.
Era Antonio Vargas Heredia el gitano
el más arrogante y el mejor plantao,
y por los contornos de Sierra Morena
no lo hubo más bueno, más guapo ni honrao.
Pero por curpita de una hembra gitana
su faca en el pecho de un hombre se hundió,
los celos marditos nublaron sus ojos
y preso en la trena de rabia lloró, de rabia lloró.
Antonio Vargas Heredia,
flor de la raza calé
cayó el mimbre de tu mano
y de tu boca el clavel,
y de tu boca el clavel.
De puente Geni a Lucena, de Loja a Benamejí,
de Puente Geni a Lucena, de Loja a Benamejí,
las mocitas de Sierra Morena
se mueren de pena llorando por ti.
Antonio Vargas Heredia
se mueren de pena llorando por ti.