Demagogia directa

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Son las 23:42 del Jueves, 25 de Abril del 2024.
Demagogia directa

                                                                           El corazón tiene razones que la razón no entiende                                                  

                                                                                                                                              Blaise Pascal

 

Del mismo modo que Picasso consideraba que el buen gusto es el enemigo de la creatividad, yo pienso que, lo políticamente correcto, es el enemigo de la libertad.

La fotografía que encabeza este artículo muestra la rueda de prensa que dio la cúpula de « ministrables » de Podemos antes de empezar las negociaciones para formar gobierno. En ella nos envíaba un mensaje inequívoco : estamos dispuestos a gobernar, no a negociar. De esta manera, Pablo Iglesias tomaba la iniciativa ante la mirada atónita de Pedro Sánchez, postulándose como vicepresidente, y anunciandóselo al mismísimo Rey. Esta actitud totalitaria situaba a Pedro Sánchez en una posición de debilidad en el demarrage de la  negociación lo que hizo que saltasen las alarmas en el Comité Federal del PSOE y el inicio de contactos con Ciudadanos, dando un tinte mucho más sosegado a la propuesta inicial a la que Podemos ha sido invitado pero que no ha aceptado

El mayor defecto que tienen los extremos es pensar que tienen absolutamente razón y que con ella estaría legitimada cualquier tipo de acción para alcanzar sus objetivos hasta las últimas consecuencias. Pascal decía, sin embargo, que hay razones del corazón que la razón no entiende. El corazón, ese bendito pero peligroso complemento del pensamiento, a veces, nos  prepara sorpresas que en realidad la razón detesta.

Los extremos tienden a canalizar el sentido ideológico del debate político dándole carácter democrático ante la dificultad de gobernar en ausencia de unanimidad o para alcanzarla. Trabajan a favor de la corriente incluso proponiendo lo inusual cuando se sabe, eso sí, que la tendencia esta claramente a favor. Esto es con lo que, contra toda espectativa,  nos ha sorprendido la cúpula de Podemos : nada menos que organizar un referéndum entre sus bases para ratificar la decisión de Pablo Iglesias de no adherirse al pacto de gobernabilidad que le proponía el centro, representados desde la derecha por Ciudadanos y desde la izquierda por el Partido Socialista. Una decisión muy arriesgada que hace inviable la gobernabilidad de España y que certifica la inoperancia de sus cargos electos. Pablo Iglesias quiere ciertamente rentabilizar este fracaso pero no quiere tomar riesgos que le impidan perpetuarse en el poder. Este quiere tener una coartada que le salve o que le siga legitimando en la dirección de su grupo. Esto, disfrazado de referendum, gesto democrático donde los haya, esconde una profunda cobardia propia de dirigentes populistas y muy lejos de los hombres de estado que necesitamos para gobernar nuestro pais.

Sorprende también la manera de presentar el referéndum : si sale que no, tendremos que asumir nuestras responsabilidades… Es decir, dimitir o lo que es lo mismo, dejarles sin lider, sin cúpula, sin dirección ni organización. ¿Un demócrata,  no debería asumir la decisión mayoritaria de sus militantes ?. No, el señor Iglesias les amenaza con irse. Esta actitud me recuerda la época en que jugábamos al futbol en la eras, en la carretera de Asdrubal : como el dueño de la pelota fuese perdiendo se la llevaba y allí ya no jugaba nadie.

Por otro lado, las opciones que se presentan, están sesgadas : quieres el pacto propuesto por ciudadanos u otro con toda la izquierda. En ella estaría también el PSOE y no ha habido ni siquiera una tentativa de negociación en este sentido. Es decir, no es posible. La primera pregunta es una realidad, la segunda una quimera.

Lo que no sorprende es el resultado : un gran fracaso presentada como apabullante victoria. Casi el 88% del censo han votado contra la realidad que se les presentaba y el 92% en favor de la quimera que ellos proponen. Quieren gobernar con el Partido Socialista pero no con Ciudadanos. La realidad es que ha votado solo el 40%. Si esto lo llevamos a términos globales, en realidad, solo el 45% entre militantes y simpatizantes se han opuesto a la propuesta real y el 44% apoyan la quimera. El resto, no lo sabemos pero a tenor de la trascendencia de esta votación tenemos derecho a interpretar que una gran parte de incondicionales se han vuelto indecisos. Además, se podía votar por internet, lo que en principio debería favorecer la participación. Concluyendo, no encuentro las razones del optimismo de la cúpula de Podemos o de Pablo Iglesias al interpretar estos resultados.

El referéndum de Podemos es un gesto políticamente correcto incompatible con la creatividad y la originalidad de la que hablaba Picasso. Un gesto de cara a la galería y al buen gusto radical. Un referéndum diseñado para ser ganado y para dar a su lider la unanimidad que necesita. En el mismo orden de ideas, no creo que se hayan dado todas las condiciones para afirmar que este ha sido ejercido en plena libertad.

Soy convencido partidario de la democracia directa. Pero el gesto de Podemos no tiene nada que ver con esto. Es oportunismo y demagogia política. Y sino, señor Iglesias ¿porque no le ha preguntado a sus militantes si querían fulminar a su secretario de organización en la primera depuración de su politburo ?. ¿ Verdad que era necesario? Y urgente, probablemente…

Miguel Marset