Desde la última glaciación conviven en España dos linajes distintos de ciervos

La voz de Puertollano
La Voz de Puertollano en Facebook
La Voz de Puertollano en Twitter

Son las 11:12 del Viernes, 19 de Abril del 2024.
Desde la última glaciación conviven en España dos linajes distintos de ciervos

Un estudio genético ha observado las diferencias genéticas entre los ciervos que pueblan los montes españoles con los de otras partes de Europa y ha confirmado la existencia de dos linajes diferentes dentro de la subespecie ibérica desde antes de la última glaciación.

El trabajo de investigación, elaborado por la Cátedra deRecursos Cinegéticos y Piscícolas (CRCP) de la Universidad de Córdoba, el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3 y el Instituto de Agrobiotecnología(centro mixto del CSIC, la Universidad Pública de Navarra y el Gobierno de Navarra), se ha elaborado a través de un análisis del ADN de hasta 680 especímenes.

La Universidad de Córdoba (UCO) ha explicado en un comunicado que gracias a ese análisis del ADN de las especies, tanto peninsulares como de otras partes del continente, los científicos han podido saber que estas dos poblaciones locales se diferenciaron durante la última era glacial, por lo que tienen una antigüedad de al menos 12.000 años.

El ciervo común (Cervus elaphus) está ampliamente distribuido por Europa, donde forma parte de sus estampas de montaña y es un importante recurso cinegético.

Los taxónomos han descrito diferencias en la especie según zonas geográficas y han establecido varias subespecies de ciervos, entre ellas, la ibérica (Cervus elaphus hispanicus).

Dos linajes

El trabajo coordinado por el catedrático de la UCO Juan Carranza ahonda ahora en las diferencias genéticas en la subespecie autóctona, por lo que se han observado tantas diferencias genéticas que establece dos linajes diferenciados.

Según Carranza, se puede decir que a pesar de la existencia de estos dos linajes, el ciervo de la Península Ibérica “permanece como una subespecie bien diferenciada de las subespecies del norte de Europa”, lo que indica que para proteger al ciervo ibérico “se deben seguir controlando tanto las introducciones de ciervos de otras áreas de Europa como impedir las traslocaciones de ciervos entre los dos linajes españoles”.

A partir del estudio del ADN, los científicos han podido identificar no sólo estos dos grupos locales diferenciados, sino establecer qué zonas pueblan y desde cuándo.

De esta manera, un linaje se encuentra muy localizado en la provincia de Cáceres, con individuos distribuidos también por Burgos y Navarra producto de introducciones recientes.

El otro ocupa mayoritariamente el resto de España, desde la Cordillera Cantábrica a las Subbéticas y desde la Sierra de la Culebra (Zamora) al Pirineo Oriental.

Los investigadores han detallado que el sur de Europa, las actuales España y Portugal, la Península Itálica y los Balcanes, se convirtió en un refugio para este mamífero, que habita bosques frondosos de zonas montañosas.

Entonces, un linaje se diferenció en torno a Extremadura y posiblemente Portugal y el otro, en el sur, de tal forma que al término de la última edad de hielo, hace aproximadamente 12.000 años, y conforme se templaba el continente, los venados se fueron expandiendo hacia el norte.

Un aspecto interesante es que sólo los ciervos del centro y sur de España aparecen como antepasados de los del norte de Europa, lo que indica que sólo ellos participaron en la recolonización postglacial del norte de Europa, mientras que los del linaje del oeste de Iberia probablemente se quedaron en la península. EFEverde

Foto: Jose Manuel CAsado Molina