El mes de julio más cálido de la historia

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Son las 14:24 del Miércoles, 24 de Abril del 2024.
El mes de julio más cálido de la historia

Acabamos de saber que este mes de julio ha sido el más cálido de la historia. Las impactantes imágenes de los glaciares de Groenlandia derritiéndose a un ritmo sin precedentes, las de turistas pisando el hielo del Ártico en manga corta o las de las llamas que han arrasado millones de hectáreas en Siberia delatan y dan significado al estado de emergencia climática que vive el planeta y al que se tiene que enfrentar la humanidad. Ya. Sin dilación.

Los incendios forestales en estas latitudes son extremadamente peligrosos para el clima porque producen carbono negro (el segundo factor que más contribuye al cambio climático después del CO2) que es transportado por el viento hacia el Ártico. El hielo de esta región es clave para la vida, porque ejerce de refrigerador global, de manera que lo que sucede en el Ártico repercute en todo el planeta. También en España.

Aquí nos enfrentamos a una nueva generación de incendios agravados por el cambio climático y por la ausencia de gestión de nuestro paisaje que tienen un efecto devastador sobre los bosques y los bienes de quienes viven en ellos. 2019 no está siendo un buen año: se ha quemado cinco veces más superficie que en 2018. El calentamiento global agrava las sequías prolongadas y las olas de calor, favoreciendo la propagación de los incendios forestales.

El cambio climático también tiene serias repercusiones sobre nuestro acceso al agua: España sufre una sequía que se va cronificando en muchas zonas del país y que, además, se acentúa con un uso irracional, insostenible y, en algunas ocasiones, ilegal, ya sea para el regadío o la masificación urbanística.

En 2017 la sequía asoló España: más de 120 municipios sufrieron cortes y restricciones de agua. Dos años más tarde la situación se repite. De nuevo enfrentamos el verano con las reservas de agua embalsada bajo mínimos. A la falta de precipitaciones se le suma la pésima gestión del agua que se ha hecho durante los años de bonanza hídrica. Una total falta de previsión para afrontar periodos secos como el actual. Las sequías son cíclicas en nuestro clima y, por lo tanto, planificables. Pero seguimos viviendo como si la Península Ibérica fuera rica en agua.

A este nuevo récord global de temperaturas este mes de julio hay que añadir que, en España, siete de los diez años más cálidos de la historia, desde que se tienen registros, han ocurrido durante el siglo XXI. Los veranos se están alargando una media de nueve días por década, hoy son cinco semanas más largos que en la década de los 80 del siglo pasado y las noches tropicales prácticamente se han duplicado.

Es evidente que estamos en una situación de emergencia climática que exige líderes que actúen y no políticos que se pasan el día hablando sin aportar soluciones. Afrontar la emergencia climática con determinación es lo que este país necesita. Por tanto, es urgente que España cuente ya con una Ley de Cambio Climático, que afronte un nuevo enfoque de gestión del agua en un escenario de escasez crónica que será incapaz de satisfacer la alta e insostenible demanda que existe en la actualidad y una gestión forestal adaptada al contexto actual capaz de prevenir la nueva generación de incendios forestales que ha venido para quedarse.

Mario Rodrí­guez

Mario Rodríguez, director ejecutivo de Greenpeace España

(*) Mario Rodríguez Vargas, director de Greenpeace España