Por Gloria Serrano Martín
"Soy realista y apuesto por la esperanza basada en la solidaridad. Por la situación que vivimos, ese es el camino a seguir. Y en esa senda tenemos que reconocer que nos necesitamos los unos a los otros, que existe una interdependencia, llámala solidaridad, y esa es la roca desde la que podremos hacer progresos". (Ken Loach)
Titulo original: The old oak (El viejo roble)
Reino Unido 2023
110 minutos.
Dirección: Ken Loach.
Guion: Paul Laverty.
Reparto: Dave Turner, Ebla Mari, Debbie Honeywood, Andy Dawson, Trevor Fox, Neil Leiper, Laura Daly, Reuben Bainbridge.
Fotografía: Robbie Ryan.
Música: George Fenton.
Actualmente está disponible en Movistar Plus +
Ganadora del premio del público y de mejor actor en la pasada edición de la SEMINCI, parece ser que después de filmar treinta largometrajes y una veintena de producciones para televisión, a sus 87 años, Ken Loach probablemente haya rodado su última película. Es el final de una trilogía que comenzó con "Yo, Daniel Blake" (2016), siguió con "Sorry, we missed you" (2019) y ahora culmina con "El viejo roble" Un broche de oro para una filmografía valiente y cercana que siempre ha sido fiel a sus principios de defender a los más débiles denunciar las injusticias e intentar cambiar el mundo.
En esta ocasión, el director y su guionista habitual Paul Laverty denuncian el tema de la xenofobia y el racismo. Un autobús con refugiados sirios llega a un pueblo del norte de Inglaterra empobrecido ahora por el cierre de las minas. El dueño del pub "The old oak" hijo de un sindicalista minero ya fallecido, decide ayudarlos a integrarse en el pueblo a pesar de contar con la oposición y el rechazo de unos cuantos parroquianos que diariamente visitan el pub como válvula de escape para desahogarse de sus frustraciones. TJ, el dueño del bar, se opondrá a esos comportamientos racistas y convertirá su local en una zona de encuentro donde promover la solidaridad, la hermandad y la multiculturalidad.
La película a la vez quiere hacer patente que quedó de la solidaridad de los mineros que ahora reciben con rabia a las víctimas de una guerra. Siempre debería quedar un resquicio para el reencuentro, aunque la insolidaridad pudra poco a poco al desfavorecido. Por eso se convierte en un espejo incómodo que nos refleja una imagen del egoísmo y el racismo que va anidando en nuestra sociedad y cómo una situación precaria puede llevar a a buscar un chivo expiatorio y señalarle como culpable del problema y con esa excusa maltratarlo. "El viejo roble" aboga por la solidaridad (no la caridad) frente al individualismo y pretende que nos movamos, aunque sea con un mínimo gesto de afecto para intentar mejorar la convivencia.
En casi todas sus películas el director escoge actores no profesionales cuyas interpretaciones suelen ser muy naturales. En esta ocasión, brilla su actor principal, Dave Turner. No puedo decir lo mismo del personaje de Yara. Es el único que me "chirría" que me parece un poco artificial. Es un pequeño desequilibrio que no empaña la finalidad de la película, que es cerrar el relato con un mensaje esperanzador que a mí me hizo recordar el final de "¡Qué bello es vivir! de Frank Capra.
Ken Loach en un director muy controvertido. Sus temas incomodan a una parte del público, el que cree que exagera, que la realidad no es tan dura y que sus películas sólo gustan a los "progresistas vintage". Debo pertenecer a esa categoría, porque creo que esas películas son necesarias, defienden unos valores humanos que deberían estar presentes en todos los tiempos. La gente no quiere que la compadezcan, quiere sentirse incluida. En el mundo de Loach, no se reivindica que todo esté perfectamente bien, sino de asegurarse de que, cuando no lo esté, no te encuentres completamente solo. Y eso, esta "progresista vintage" también lo reivindica.
VER MÁS ARTÍCULOS SOBRE LIBROS, SERIES Y PELÍCULAS EN EL BLOG DE “GLOSEMAR” (Pincha en el siguiente enlace):