Por Gloria Serrano Martín
"La historia de los sentimientos no nos la han contado. La guerra civil también caló en los sentimientos, se instauró la idea de desconfiar de la felicidad. Yo quería contar ese capítulo de la historia de nuestro país en la que se frustraron hasta los sueños" (Celia Rico, guionista y directora)
Hay películas que dejan huella y "La buena letra" es una de ellas porque consigue emocionar. Basada en la novela de Rafael Chirbes la introducción recoge esta frase del autor, "la buena letra es el disfraz de las mentiras" ya que la habilidad para escribir puede esconder una imagen falsa de la realidad como se irá viendo a medida que se desarrolla la trama, con una puesta en escena realista y cuidada hasta el mínimo detalle
En un pueblo valenciano, Tomás, Ana, su suegra y su hija intentan hacer frente a la miseria de aquellos años de posguerra. Para aliviar la tristeza de la madre por desconocer el paradero de Antonio, su otro hijo, Tomás convence a su mujer para que copie la letra del hermano y escriba falsas cartas en su nombre inventando su exilio y su buena vida en Buenos Aires. Para imitar la letra, Ana encuentra en los escritos de Antonio la sensibilidad y el idealismo del que su marido carece, le idealiza y le imagina mejor de lo que es. Pero un día Antonio reaparece, primero sólo y después con una mujer. A partir de ahí la vida de todos se trastoca.
Todo gira en torno al personaje de Ana, sus pensamientos, lo que bulle en su interior mientras cose, guisa y calla. Y todo eso se transmite a base de gestos, silencios y mucho lenguaje audiovisual. Por eso la interpretación de Loreto Mauleón es exquisita. No le van a la zaga el resto de los intérpretes, pero es ella la que soporta todo el peso de la historia. En el libro de Chirbes la protagonista escribe cartas que reflejan ira y rencor. En la película, la directora opta por transformar esos sentimientos y convertirlos en tristeza consiguiendo así que se empatice más con el personaje.
La intención de Celia Rico al llevar la novela al cine, es contar la historia de una familia que perdió la guerra, pero desde el punto de vista de una mujer, una mujer que podía ser su bisabuela "Pensaba en cómo ese silencio que está ligado a la idea de sacrificio, a la idea de no decir algo por no molestar forma parte del legado de esas mujeres que, durante tantos años, solo pudieron ocupar un rol en la sociedad, el de coser, guisar y callar"
La dirección y el equipo de producción ponen todo su empeño en hacer palpable la realidad y eso exige un exhaustivo trabajo de documentación. Quienes conserven fotografías de aquella época podrán reconocer muchos de los objetos, pucheros, azulejos, las luces bajas, los quinqués, los visillos... toda la austeridad de un hogar humilde.
Ni es otra película sobre la guerra civil ni gustará a un público que vaya buscando acción y giros de guión porque su desarrollo es lento y va de sentimientos, de detalles, de los silencios expresivos de sus personajes y de vínculos afectivos. Pero creo que una historia tan cargada de sutilezas, con una puesta en escena cuidadísima y con esas excelentes interpretaciones no puede dejar indiferente a un público sensible que sepa percibir todo un mundo a través del lenguaje audiovisual.
Titulo original: La buena letra.
España 2025
110 minutos.
Género: Drama posguerra española.
Dirección: Celia Rico.
Reparto: Loreto Mauleón, Enric Auquer, Roger Casa major,, Ana Rujas, Teresa Lozano, Sofía Puerta, Gloria March, Antonio Aguilar Vicente.
Guión: Celia Rico. Basado en la novela de Rafael Chirbes.
Fotografía: Sara Gallego.
Estrenada el 30 de abril de 2025
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