“Segundo premio”

Son las 00:52 del Lunes, 14 de Octubre del 2024.

Segundo premio

Por Gloria Serrano Martín

"Esto no sucedió así. Y si sucedió así, nadie lo puede saber".

“Mi primera escuela musical, los fascistas de la Falange. La segunda, la Semana Santa. Como nunca escuché las letras, lo de Dios y la patria no me convencieron. Yo solo escuchaba el ritmo.

En Granada había muchas bandas desde siempre. Echa la culpa que si al agua de la sierra, que si el flamenco de las cuevas, que si la Alhambra y los árabes. Todos los días escuchamos polladas así. Yo solo tengo una explicación y es que Granada es la única ciudad con nombre de bomba”.

(Fragmentos de "Segundo Premio”. Los Planetas)

Con tres Biznagas en su haber, mejor película, mejor dirección y mejor montaje conseguidas en el festival de Málaga casi se podía intuir que "Segundo premio" iba a ser la película seleccionada para representarnos en los Óscars.

La película es un biopic poco convencional sobre "Los Planetas" o sobre "la leyenda de Los Planetas", el grupo de indie rock granadino que alcanzó la fama en los años 90 no decantándose ni por la historia real ni por la leyenda y dejando que el espectador saque sus propias conclusiones.

Argumento y personajes giran en torno a May, la bajista que cantaba de espaldas al público. Su magnetismo personal impregna una historia cargada de complicadas relaciones entre los miembros del grupo cerrando un círculo que empieza y acaba en ella. Aparecen las distintas versiones, a veces contradictorias, que van dando cada uno de sus componentes sobre la crisis que vivió la banda después de que la bajista les abandonara y el guitarrista entrase en una espiral de autodestrucción por la droga. El cantante intenta salvar la situación intentando recomponer las relaciones entre ellos para conseguir que se editara el disco “Una semana en el motor de un autobús", con el que consiguieron consagrarse como uno de los grupos más famosos en aquellos años.

Hasta aquí la historia, otra cosa es el enfoque original que Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez construyen entre la realidad y la ficción mimando la música, haciendo montajes psicodélicos, incluyendo la telepatía y no olvidándose de la poesía a través de Lorca. Esos toques son los que aportan originalidad al biopic y hace que se salga de los moldes tradicionales.

Por distancia generacional desconocía la trayectoria de Los Planetas y me costó entrar en la película. Fue al final cuando empecé a analizar sus principales valores que para mí son los actores que interpretan a los miembros de la banda, el montaje y la recreación de los temas musicales. Hay que reconocerles su creatividad y el sentido artístico que han desplegado. Yo me quedo con eso pero estoy segura de que los jóvenes de la generación de los 90 y los amantes de ese tipo de música disfrutarán recordando los temas musicales de la banda y aunque no esté entre mis películas favoritas le deseo suerte en su largo recorrido hacia los Óscars.