Continuamos enero con la reseña de Harry Potter y el legado maldito, guión de la obra de teatro de Jack Thorne basada en la una historia original de J.K. Rowling. Es la octava historia de la saga Harry Potter y la primera que se representa oficialmente en los escenarios, siendo su estreno mundial en el West End de Londres el 30 de julio de 2016.
Siempre fue difícil ser Harry Potter y no es mucho más fácil ahora que es un empleado con exceso de trabajo del Ministerio de Magia, un marido y padre de tres niños en edad escolar.
Mientras Harry se enfrenta con un pasado que se niega a permanecer donde pertenece, su hijo menor Albus debe luchar con el peso de una herencia familiar que nunca quiso. Como el pasado y el presente se fusionan ominosamente, padre e hijo descubren una verdad incómoda: a veces, la oscuridad viene de lugares inesperados.
La octava parte de la saga comienza justo en el desenlace de “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte” cuando Harry tiene que despedir a sus hijos James y Albus que comienzan año escolar en Hogwarts, en el caso de Albus el primero, es así como Albus SeverusPotter, y el hijo de DracoMalfoy, Scorpius Malfoy se hacen amigos; Albus y Scorpius no se llevan bien con sus padres y eso les unirá aún más. Mientras Albus y Scorpius forjan su amistad el Ministerio de Magia enfrenta a problemas con los giratiempos, y los dos amigos en su afán por demostrar que son mejores que sus padres viajan en el tiempo para arreglar los errores cometidos por estos, hasta que todo se escapa de control.
Aunque se hace raro leerlo en formato guion y como tal tiene muchas limitaciones me ha encantado volver a leer una nueva historia del mundo Hogwarts y revivir con personajes nuevos, escenas de libros anteriores a las que llegaremos a través del giratiempo (que es una parte primordial de la trama) y ver como van creando universos paralelos a través de las vivencias de cada uno. La historia además de leerse muy rápido tiene una trama muy ágil y del primer año en Hogwarts pasamos a las vacaciones de verano antes del cuarto año escolar de Albus, con lo que no da tiempo a profundizar demasiado en personajes o escenas como nos tenía acostumbrados Rowling en las anteriores sagas.
Recomiendo su lectura porque a los fans de la saga os hará revivir momentos y emociones de los primeros libros, pero es una historia a la que se le podía sacar mucho más partido y que no tiene más pretensión que la de hacer revivir momentos y emociones con personajes de nuestra infancia o juventud.
Felices lecturas