Por Antonio Carmona Márquez
Si todo funcionara en nuestro país como el diseño e instalación de paneles informativos sobre futuros proyectos, España sería, con diferencia, el país más eficiente del mundo. De este modo se nos dan a conocer las obras que se llevarán a cabo, cuánto se va a invertir en dicho cometido y qué organismos lo respaldan.
Lo que permanece siempre como una incógnita es cuándo y cómo acabará el proyecto y cuál será el resultado de esas idílicas intenciones. Sobre todo, las llevadas a cabo en zonas rurales, apartadas, recónditas… Total, para cuatro gatos que viven allí. Resultaría difícil explicar al que piensa así que en realidad lo que inviertas en esos lugares redundará tarde o temprano en el beneficio de todos. Pero eso es otro tema que otro día abordaremos.
A día de hoy, la basura se acumula en la aldea de Ventillas, mientras nos llegan noticias del Ayuntamiento de Fuencaliente expresándonos la negativa de la empresa RSU para ir a recogerla.
A simple vista, pareciera que esta empresa es “la mala de la película”. Pero en cuanto le dedicas un minuto a ponerte en la piel del encargado o del dueño de la empresa, te percatas de que no le faltan motivos. ¿A quién le apetece pasar su costoso parque móvil por un camino que más bien se asemeja a una batidora diabólica? El tramo de casi 7 kilómetros desde la fuente del Almirez hasta Ventillas, en el que ya se ha invertido una cantidad de dinero que presumimos cuantiosa, aunque desconocida para nosotros, se ha convertido en pocos meses (las fotos de los paneles son del 13 de octubre del pasado año) en un despropósito estriado en el que te cogen holgura hasta las bolas de los ojos. El otro tramo con el triple de longitud, que te dirige a Solana del Pino, no sabemos con detalle en qué estado se halla. Nadie quiere arriesgarse a comprobarlo.
En cuanto al otro panel, sobre las medidas de gestión en la cuenca hidrográfica del Guadalquivir, hasta la fecha se han quitado tres puentes y se ha procedido a la limpieza del cauce, acciones con la que no nos queda sino estar de acuerdo y satisfechos. También se intentó encauzar el arroyo de La Aliseda para que dejara de inundar el camino de la Ruta del Quijote. Decimos “se intentó” porque el arroyo, tras las obras de acondicionamiento, sigue inundando el camino como se aprecia en la foto fechada el 13 de abril del presente año. Antes de la Romería de San Marcos se procedió a la instalación de un puente que algunos, al verlo, pensaron que se trataba del futuro puente para un belén animado, puesto que últimamente se hacen los preparativos para las festividades con tantísima antelación.
Por cierto, a punto estuvo de ser reventado por algunas vacas que pacieron por aquellos lares hace unos días, si no es por la diligente actuación de algún ventillano que estuvo al quite, demostrando ciertas habilidades en el arte de la tauromaquia.