Así lo ha señalado este jueves en rueda de prensa la encargada de la gestión administrativa en la Diócesis de Ciudad Real, Isabel Oviedo, junto con el ecónomo diocesano, Jesús Álvarez, durante la presentación de los datos de la casilla de la Iglesia en la declaración de la renta de 2020.
En total fueron 115.422 declaraciones a favor de la iglesia en Ciudad Real, con un incremento del 0,40% con respecto al ejercicio anterior. En concreto, según ha explicado Oviedo, se trata de 1.762 declaraciones más lo que supone una asignación de 2.537.109 euros para la iglesia en la provincia, con 149.256 euros más que en 2019.
A pesar de ello, han explicado que la Conferencia Episcopal lleva un "reparto solidario" con la cantidad del dinero recibido por lo que las diócesis con menos recursos "reciben más dinero proporcionalmente".
Asimismo, ha explicado que "si se ciñeran a lo que los contribuyentes de Ciudad Real asignan a la Iglesia", la cantidad sería de 2.537.109 y que, sin embargo, recibirán la cantidad de 3.006.141 euros, 113.000 euros más que en 2019.
Oviedo ha dicho que "este dato habla de solidaridad de la provincia", añadiendo que aprecia el modo en el que se trabaja y que destinarán parte del dinero recibido al desarrollo de actividades pastorales, retribución del personal diocesano, actividades asistenciales, centros de formación, ayuda a la iglesia nacional e internacional y al mantenimiento de templos y edificios.
En España, el total de declaraciones en las que se marcó la X a favor de la Iglesia Católica fue de 7.297.646 de las que, teniendo en cuenta las declaraciones conjuntas, suma un total de más de 8.500.000.
Se trata de 106.259 declaraciones más con respecto al año anterior, lo que supone un 32,15 por ciento de los declarantes que asignan el 0,7% de sus impuestos al marcar las casillas de la Iglesia y fines sociales, que son 301,07 millones de euros, un 5,85 por ciento más que en 2019. Es la cantidad más alta desde el comienzo del actual sistema de situación tributaria en el ejercicio 2017.
Oviedo y Álvarez han estado acompañados de la enfermera Arancha Moreno y el auxiliar de enfermería Manuel López, trabajadores de la residencia diocesana de mayores de Miguelturra, que han explicado la situación vivida durante la pandemia recalcando la importancia de su labor para "dignificar la vida de las personas" y pidiendo "que a los mayores no se les haga invisibles".
Por su parte, Álvarez ha dicho que buscan "hacer hincapié en lo que la Iglesia ha hecho durante más de un año", refiriéndose a la pandemia, y ha destacado que "se ha volcado la ayuda a los más necesitados cumpliendo las necesidades sanitarias" utilizando las tecnologías, llamadas telefónicas con ayuda de psicólogos y trabajadores sociales así como con voluntarios y conventos que "trabajaron para aportar el material que faltaba en hospitales y residencias".
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