Castilla-La Mancha cuenta actualmente con 47 figuras de calidad diferenciada, que son las que llevan el nombre de la región a todos los rincones del mundo y en las cuales queda reflejado el trabajo que cada día realizan los agricultores y ganaderos y las cooperativas e industria agroalimentaria de la región, que permiten que este sector frene el despoblamiento en el medio rural, que se genere empleo y que suponga el 15 por ciento del Producto Interior Bruto de la comunidad autónoma.
Francisco Martínez Arroyo ha roto una lanza a favor de uno de los productos de excelencia, el cordero manchego, un alimento que no puede producirse en ningún otro lugar del mundo. Así, ha puntualizado que de su existencia “depende mucho el consumo que se haga en estas fechas”, pero además, hay que seguir dando pasos y trabajar todos juntos con el objetivo de desestacionalizar este consumo, para que no se pierda ni un solo de los 1.000 ganaderos existentes.
En la región existen nueve denominaciones de origen protegidas de vinos -DOP Almansa, DOP La Mancha, DOP Manchuela, DOP Méntrida, DOP Mondéjar, DOP Ribera del Júcar, DOP Uclés, DOP Valdepeñas, DOP Jumilla-, cuatro de aceites –DOP Campo de Calatrava, DOP Campo de Montiel, DOP Aceite de La Alcarria, DOP Montes de Toledo-, una de queso, la DOP Queso Manchego, así como la DOP Miel de La Alcarria, la del azafrán de La Mancha, la IGP Ajo Morado de Las Pedroñeras, la IGP Berenjena de Almagro, la IGP Melón de La Mancha, la IGP Pan de Cruz o la IGP Mazapán de Toledo, entre otras, entre las que elegir para confeccionar un menú para estas fechas tan señaladas.
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